Alessia vive con su anciana madre a las afueras de la ciudad en un terreno extenso, alejadas del mundo y la contaminación. Tienen una huerta orgánica, cultivan sus propios alimentos, son muy conocidas en todo el lugar y sus alrededores. El fallecimiento de su madre, la hunde en una depresión, en donde sólo tiene contacto con John, el hombre dueño del Súper que vende sus productos. Una mañana despierta y se encuentra que no está sola, hay un hombre semidesnudo en su cama. Ambos dicen ser los dueños, ambos acusan al otro de intruso. Inicialmente, Harry Gibson solo quiere volver con su esposa e hijo, extraña su casa, amigos y vida. No encaja en el lugar donde está y no entiende que hizo para llegar allí. Pero la convivencia hace que desee que las cosas cambien y ya no quiera no volver y Alessia que él se vaya, pero ya no depende de ellos. Ambos saben que esto no es un 'para siempre', es un lo que dure, en cuanto descubran como volver a casa Harry tiene que volver. Mientras eso ocurre disfrutarán al máximo de su compañía... Un juego peligroso, en donde uno de ellos se involucrará demasiado y la realidad le golpea cuando encuentren como Harry puede volver a casa...