Sus ojos me inspiraban confianza, seguridad y una profunda conexión desde la primera vez que cruzamos miradas. Estaba convencida que a su lado no sentiría dolor, no lloraría, siempre me reiría y estaría feliz, pero yo no sabía que él estaba perdido en los recuerdos de su pasado, y no comprendía qué tan fuerte era mi amor hasta que me hizo daño.