Ágata vive tranquilamente en la soledad de su casa, hasta que una noche al regresar de su trabajo y entra a su hogar, alguien le apunta la espalda con un arma. Lo único que ella pide es que no le hagan daño, sin embargo, se lleva la sorpresa de que no son ladrones, sino dos jóvenes que han entrado a su casa buscando un refugio donde quedarse, pues se han escapado de casa para defender su amor. No obstante, la llegada de esas dos chicas hará que el pasado de Ágata regrese.