Bill desarrolla un trastorno límite de personalidad. Todo esto por la manera de crianza que le pone Simone a Bill desde que tuvieron que mudarse a Berlín. Pero con un inesperado reencuentro, este trastorno desaparece. Los gemelos se ven en un asunto muy incómodo, después de encontrarse luego de 10 años sin saber absolutamente nada sobre el otro. Tras un pequeño incidente, la muy esperada relación fraternal de ambos, se ve dañada