Aquellas personas con vestimentas despampanante solo veían esto como si de una serie de televisión se tratase. Los Juegos del Hambre era diversión para ellos, pero terror para nosotros, para los tributos. No sabia que hacer. Tenía a mi hermano conmigo y no lograba idear un plan para salir los dos de aquí, al menos él. Pero lo que no me imaginaba era formar una amistad con ese dúo del distrito 12. Y que gracias a ellos...todo terminase. ... ¿Pero a qué precio?