Gustabo se reintegra al cuerpo de policía después de años de estar aislado en un centro psiquiátrico. Se ve obligado a comenzar una nueva lucha contra sus emociones y relaciones, especialmente con aquel oficial, que ha cambiado por completo la perspectiva que tenía de sí mismo. Un pasado complejo y oscuro que aún lo persigue complica su pelea interna entre el deseo de amor y el miedo a volver a herir a quienes aprecia. Quizás ahora, se pondría frente a la bala por él.