Llevar la contraria a los padres en la adolescencia es muy común. Salir cuando ellos no quieren, usar ropa que a ellos no les gusta, peleas constantes e incluso salir con personas que no son buenas para ti. Esta contraria nunca tuvo razón, ¿Debías arriesgarte?, ¿La adrenalina te impulsaba a más? Tú sola buscaste esa traición.