- Seth - susurró Anubis mientras depositaba besos tiernos a lo largo del cuello del pelirrojo. - ¡Ahh! ¡Anubis! ¡Horus! - dijo Seth al sentir la mano juguetona de Horus en su endurecido falo. Ambos estaban desesperados por complacerlo. Cegados por el placer, complacieron al semidiós con sus labios y sus manos. Los tres ansiaban llegar al clímax, y lo conseguirían de una forma u otra. El hecho de que a nuestro trío de seres celestiales compartan lazos de sangre importa poco, pues lo que realmente los unirá es el amor y deseo que sienten por cada uno. Esta historia esta en edición, pido paciencia plis
7 parts