Una historia donde el amor de ficción traspasa la realidad. Una historia que te hace ver que cuando hay amor de verdad hay que ir, da igual la edad, da igual si tienes o no pareja. Si ese amor llega sin permiso a tu vida cambiando tu manera de verlo, hay que ir. Hay que animarse a arriesgar, y hay que apostar por el. Porque dicen que quien no arriesga no gana, y por un amor así vale la pena arriesgarse.