Constellation // JackDawson ✔ EN EDICIÓN

Ahora también es mi favorita

13.04.1912

A la mañana siguiente, me desperté semidesnuda y abrazada con Jack, el cual seguía durmiendo. Lo miré fijamente y observé cada detalle de su cara. Acaricié su mejilla, haciendo que se despertase poco a poco.

–Buenos días, Jack– susurré y abrió los ojos poco a poco.

–Dios, creía que lo de anoche había sido un sueño– me abrazó y se apoyó en mi pecho– Llevaba queriendo hacer esto desde que nos conocimos– dijo y me reí.

–Sueño cumplido entonces, ¿no?– reí mientras acariciaba su pelo y asintió riéndose.

El resto del día pasó tranquilo. No supe absolutamente nada de mi madre ni de Rose y eso me dejaba bastante intranquila. No pretendía saber algo de mi madre, pero sí quería saber algo de Rose. Al fin y al cabo ella no tenía culpa de nada.

Después de cenar, subí con Jack a pasear por cubierta para ver las estrellas, las cuales parecían estar más iluminadas que nunca.

–Te pusieron ese nombre por la constelación, ¿verdad?– preguntó Jack de la nada.

–Sí, esa era la constelación favorita de mi padre– seguí mirando las estrellas.

–Ahora también es mi favorita– susurró mientras me agarraba de la mano. Lo miré.

–Eres realmente lo mejor que ha podido pasarme nunca, Jack– le dije mientras dejábamos de caminar. Puse mis brazos alrededor de su cuello y él agarró mi cintura– Cuando este barco atraque, me reuniré contigo.

–Eso es una locura– afirmó riéndose.

–Lo sé, pero me encantaría poder pasar el resto de mi vida a tu lado– confesé y apoyé mi cabeza en su hombro. 

El resto de la noche se basó en pasear por cubierta, palabras bonitas, besos, caricias y confesiones demasiado arriesgadas.

Realmente estaba enamorándome de Jack, y no me costaba admitirlo. Él había hecho que tuviera valor para escapar de mi entorno, para plantarle cara a mi madre y para romper las cadenas que me tenían atada a ella como a un perro.