Capítulo 24

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Eddie había pasado el mejor de los cumpleaños, tan solo tener de cerca de su novia era motivo suficiente para seguir adelante y superar todo lo que le se le presentara. Ambos chicos seguían enredados entre las sabanas suaves, mientras que Bonnie se aferraba al torso desnudo de su novio; lo único que se escuchaba en esos momentos fue el despertador que se encontraba en la mesita de noche. El joven se apresuro a apagarlo, mientras que removía suavemente a la castaña

-Amor...

-Cinco minutos- musitó abrazándolo con más fuerza

-Tienes que levantarte

-Quiero dormir

-Mi mamá esta a punto de venir- fue suficiente para que Bonnie abriera los ojos y se levantara con una velocidad que sorprendió al chico

-¿Por qué no me lo dijiste?- susurró mientras comenzaba a vestirse

-Porque te veías hermosa- rodó sobre la cama, tomando una de las muletas para apoyarse y acercarse a ella, que no resistió el impulso de besarla

-Nos van a matar- exclamo

-Distraeré a mi madre- se puso algo de ropa y salió de la habitación- no te preocupes- volvió a besarla

Cuando el chico salió, su madre ya se encontraba a pasos de llegar a su habitación, por lo que se apresuro para entretenerla un poco, se aseguro de mantenerla lejos de Bonnie lo suficiente para que no descubriera que habían dormido juntos.

Cerca de media hora, ambos bajaron al comedor presentables tratando de que la culpa no se les notara, pero con un brillo especial en sus respectivos ojos. Querían aprovechar las últimas horas que les quedaban juntos antes de que la castaña regresara a su casa, por lo que pasaron un rato viendo televisión cómodamente en el sofá.

-No hay nadie en casa- la mano de Eddie bajaba por la espalda de la chica haciéndola estremecer un poco

-Tu cumpleaños fue ayer

-Pero te irás

-Y....-ya en esos momentos sus labios estaban atrapados en los de su novio- en cualquier momento llegara mi madre

-Luego dices que yo soy el aguafiestas

Como siempre era inminente la separación, de nuevo cada uno regreso a su rutina, a esas respectivas actividades que hacían su vida, por un lado Bonnie tendría que prepararse para los exámenes finales, y también tenía que estar al pendiente del festejo que le harían sus padres por su próximo cumpleaños, mientras que Eddie se tenía que preparar para entrar a la Universidad, y terminar su recuperación, en una semana estaba por iniciar su rehabilitación.

Cuando Bonnie regresó a la escuela no podía quitar esa sonrisa, la misma que siempre se le formaba al acordarse de su novio, y en especial de todas esas noches a su lado; su amiga Ariana estaba con ella, mientras que hablaba sobre sus propios problemas pero se dio cuenta que la castaña no le estaba prestando la mas mínima atención.

-¿Me estas oyendo?

-Si- respondió en tono ausente

-¿Qué dije?- preguntó enarcando una ceja

-Que.....

-¡Bonnie!

-Lo siento- la pelinegra solo frunció el ceño- ¿qué me decías?

-Te dije que....nada, olvídalo.

-Perdóname- Bonnie se acerco a su amiga y la abrazó, a veces podía ser muy sentida

-¿Cómo te fue con tu novio?- preguntó con una sonrisita pícara- Porqué estoy segura, que ese chico es el culpable de que no me hayas hecho caso

Siempre te cuidaré [Edición] [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora