13.

43 2 3
                                    

¿Cómo fue que Eddie llegó al hotel en donde se hospedaba? Ni él tenía la menor idea, iba demasiado feliz como para notar algo más, era una ensoñación aunque lo que terminó de regresarlo a la realidad fue todo esos dolor físico, que a pesar de haber tomado un analgésico no ayudaba mucho.

Se dejó caer en su cama, comenzaba a pasar toda la adrenalina, desde la pelea hasta al haber expresado sus sentimientos a Bonnie. Todavía se encontraba en las nubes, cuando alguien tocó la puerta de su habitación.

— ¿Se puede?

— Adelante

— Los chicos me contaron lo que ocurrió... ¡Eddie!

— Créeme que el otro tipo quedo peor — respondió el chico con una sonrisa —Tranquila Lyra, estoy bien.

Lyra lo fulminó con la mirada, no le agradaba la idea de que su amigo se metiera en problemas; ella tenía su cabello largo hasta los hombros, de un negro azabache pero con algunos mechones azules, que combinaban con sus ojos, aunque eran de un tono más claro.

— Pensé que veníamos a descansar más no a meterte en problemas

— A eso vine, aunque hoy fue uno de esos maravillosos días

— ¿Qué pasó?

— El amor

— La encontraste y por fin le dijiste todo lo que sentías

— ¿Cómo lo sabes?

— Eres mi mejor amigo, y te he soportado los últimos meses quejándote de lo mismo, que si eras mayor para ella, que si salía con alguien más.

— Ya entendí ¿Crees que estoy en lo correcto?

— ¿La amas?

— Demasiado — respondió muy seguro y con un suspiro de amor

— Entonces, no me preguntes eso. Bueno, venía a avisarte que iríamos a comer, pero estas en otro mundo.

Dicho esto Lyra salió de la habitación dejando al chico descansar, todavía era bastante temprano, y sólo quería pensar en todo lo sucedido. Antes de que oscureciera demasiado, bajó al restaurante del hotel para poder cenar tranquilo tardando muy poco en ingerir algo de comida, cuando regresó a su recámara se recostó en su cama con los pensamientos puestos en Bonnie, contaba los minutos para volverla a ver mientras que ocurría lo mismo con ella; no paraba de pensar en él.

Ambos tenían los pensamientos puestos en cada uno, ninguno paraba de recordar lo sucedido, pero en especial ese primer beso, algo hermoso, ni que decir del ultimó antes de que se tuvieran que separar. Morían de ansias de que pronto amaneciera y volvieran a estar juntos.

Con los primeros rayos del sol que entraron por la ventana, Eddie despertó de muy buen humor, todavía adolorido pero eso no le impediría ver a Bonnie, no desperdiciaría un día estando en la cama por un par de golpes, aunque si se quedaría un rato más descansando. Encendió la televisión, poniendo el canal de las caricaturas; era cierto que el chico aunque era mayor y rebelde, también dejaba escapar en algunas ocasiones esa alma de niño, y aún más que ahora compartía más tiempo con su hermanita; seguía disfrutando del programa cuando tocaron a su puerta.

— Adelante

— Pensé que seguías durmiendo— dijo Lyra entrando en la habitación — ¿Desde cuando te levantas tan temprano?

— Desde hoy

— O más bien desde que estas enamorado

— Déjame en paz. ¿A que se debe tu visita?

Siempre te cuidaré [Edición] [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora