Siempre te cuidaré [Edición] [PAUSADA]

12.

¿Santiago Raders o Eduardo Chase? Esa era la pregunta que flotaba en la mente de Bonnie, sabía de ante mano que no debía compararlos ni mucho menos verlos como una especie de objeto, ver cual le gustaba más y tomarlo. Sus pensamientos le decían que no debía ilusionarse con ninguno de los dos, no después de lo ocurrido con Ethan pero al pensar en ambos, su intento de tener un corazón de hielo se derretía.

Haciendo un balance, amaba esa mirada que le lanzaba Santiago, no se resistía a esas orbes verdes sin embargo la sonrisa traviesa de Eddie la cautivaba demasiado, y en especial le gustaba su personalidad. Era un chico mayor y no se empeñaba en demostrarlo.

Ahora, en lugar de sufrir por la muerte de Scar, la maldecía por no estar a su lado, por no ayudarla a deshacerse de esa confusión. Todavía recordaba esa vez en la que acudió a Eddie por un consejo, recién había probado los labios de Santiago por primera vez.

"Un beso. Eso había ocurrido con Santi, en esos momentos la castaña quedó ausente ya que le resultaba imposible de creer, necesitaba charlar con alguien, y para su alivio, estaba Eddie. Inicio el video chat, y sin saludar le comento lo que sentía.

— Necesito tu ayuda

— Hola, ¿Cómo estás? Yo bien y ¿tú?

— ¡Eddie!

— Así se inicia una conversación

— Bueno, Hola ¿Feliz?

— No, por obligación, no

— En verdad, Eduardo quiero hablar contigo — exclamó ya cansada y fastidiada por su actitud infantil

— Bien — respondió el chico, con una mueca; se había acostumbrado tanto a que lo llamara por un apodo — ¿De qué quieres hablar?

— Sobre chicos

— Viniste al lugar indicado, yo sé mucho sobre ellos

— Por eso pensé en ti

— Ya dime, ¿Qué pasa?

— ¿Es normal que si acabas de conocer a un chico, te bese?

— Puede ser muy aventado pero supongo que lo hizo porque tiene interés en ti

— ¿No es muy pronto?

— ¿No decías tú que debía de salir, tener una vida? Puedes salir con él, conocerlo.

— Es que...no puedo

— ¿Por qué?

— No quiero que pase lo mismo como con Ethan — tan sólo pensar en él, le producía todavía una punzada de dolor

— No seas miedosa, no pasará eso y si te hace daño, le romperé la cara

— Agradezco tus palabras, en verdad agradezco que estés ahí cuando lo necesito

— Creo que tú y yo hemos estado más juntos de lo que esperaba"

Se podía decir que ahora eran más que unos simples desconocidos que los había unido un dolor. Se estaba formando un fuerte vínculo que ambos no se daban cuenta que tan importante estaba siendo en sus vidas.

Bonnie no era la única que mostraba cierta confusión en el amor, Eddie se preguntaba una y otra vez que rayos le sucedía, por qué estaba pensando en ella. Cada vez que estaba preocupado daba vueltas en su habitación, como un león enjaulado, afligido y furioso.