Día cinco

1.5K 68 34
                                    

Quinto día – Lynn, la Incógnita

Al día siguiente el desayuno estaba algo apagado, casi nadie había dormido bien y las más pequeñas miraban de reojo a cierto par; Lincoln sabía que lo de la noche anterior fue escuchado por casi todos en la casa y estaba muy avergonzado, a Luan parecía no importarle demasiado, ya que estaba muy ocupada intentando evitar que las muletas se cayeran y hablando con Luna al mismo tiempo; Lori estaba de malas, aunque al parecer la sesión nocturna no tenía nada que ver; Leni solo bostezaba mientras picaba sin muchas ganas un plato de huevo con tocino; Lynn se miraba algo decaída, pero todos pensaban que era porque le dieron la noticia de que el juego de navidad de su equipo de hockey sería pospuesto hasta pasadas las fiestas; Lucy suspiraba pesadamente como de costumbre, pero lo hacía intercalando esto con grandes bostezos, cabeceaba un poco y cuando Rita le preguntó si aún tenía sueño, la gótica declaró que en cuanto terminara de desayunar, volvería a dormir; las gemelas, estaban raras, no se separaban una de la otra y evitaban cualquier contacto con su hermano, Luna o Luan, pero no le dijeron a nadie porqué; Lisa solo denotaba unas enormes ojeras y estaba de un humor pésimo, todo supusieron que se habría desvelado con algún experimento que fracasó y por eso su mal genio; y Lily solo estaba adormilada.

Apenas terminó su desayuno, la deportista se levantó, llevó sus trastes al fregadero, donde casi se rompen cuando los dejó caer con fuerza, ganándose un regaño que no pudo importarle menos; luego subió corriendo las escaleras y dio un portazo al entrar a su cuarto; salvo Lucy, todos brincaron al escuchar el golpe arriba, y por un momento se hizo un silencio algo incómodo, luego todos volvieron a su desayuno; unos minutos después, Lynn bajó totalmente forrada contra el frío y gritó que saldría a ver a unas amigas, no esperó a que alguien dijera nada y de nuevo azotó la puerta.

El día pasó lento, nadie hacía demasiado más allá de lo normal; Lori estuvo discutiendo acaloradamente con Bobby de nuevo y en algún momento, Leni tuvo que subir a llevarse a todas la menores que estuvieran en sus respectivas habitaciones porque la mayor estaba usando un lenguaje demasiado "florido", pero no antes de que Lisa alcanzara a explicar a las gemelas al menos la mitad de las palabras que ya había dicho y de que Lily comenzara a repetir como loro, algunas de esas "coloridas" frases; luego todo fue tranquilidad de nuevo hasta que llegó Lynn, pero al contrario de cómo se fue, regresaba callada, apenas haciendo ruido y sin saludar a nadie; llegó directa a la cocina y se tiró de cabeza al refrigerador, de donde salió con todo lo necesario para un buen emparedado, el cual se preparó de inmediato, y sin tener el mínimo cuidado de lo sucia que quedó la barra, subió comiéndolo a grandes bocados; solo una persona observó todo esto, no solo con curiosidad, sino también con preocupación: Lincoln.

la noche estaba tranquila, o al menos eso parecía, hasta que escuchó una puerta abrirse, una carrera por el pasillo y el portazo del baño; tal vez nadie se hubiera molestado en asomarse, pero el siempre vigilante Lincoln lo hizo, se asomó cuando escuchó el portazo y salió de su habitación para ver qué pasaba; al acercarse, escuchó el inconfundible sonido de alguien vomitando y tocó en la puerta del baño

— ¿estás bien? ¿puedo ayudarte en algo? —

no obtuvo respuesta, pero volvió a escuchar las arcadas y el vómito caer al inodoro, así que decidió esperar; no pasó mucho tiempo cuando Lynn salió del baño y se encontró cara a cara con su hermano, se veía un poco pálida y con los ojos muy rojos

— ¿Qué pasó Lynn? te veo muy palida y... ¿ estuviste llorando? ¿tan mal ha estado la noche? —

— ¡d-déjame en paz stinkoln! y hazte a un lado o... —

— ¿o si no qué? sabes perfectamente que ya no puedes conmigo tan fácilmente Lynn; mira, no voy a obligarte a decirme nada, pero sabes que me preocupo por ti, por todas ustedes, al menos me gustaría saber si puedo ayudarte en... —

Navidáz Loud o 12 días de navidázDonde viven las historias. Descúbrelo ahora