Jimin buscaba venganza, no cuidar de una mocosa desesperante e infantil.
Chaeyoung solo quería que su padre la notará y dejará de compararla con sus hermanos mayores.
Ellos no se conocían, mucho menos estaban enterados que sus destino era estar junt...
-Qué haces tú aquí.-atacó fríamente al verlo frente a él.
-Te venía a entregar esto.-le enseñó un sobre, el cual Jimin miraba con desconfianza.
-¿Qué es?
-Solo tomalo y ya, no hagas preguntas estúpidas.-dicho esto se volvió y alcanzó a dar tres pasos antes de girar nuevamente.-ella quería que lo supieras, esperó no verte por los alrededores.
-No me puedes prohibir nada, Jungkook. Además, esto es entre Rosé y yo, nadie más debe meterse en nuestros asuntos.-aclaró molesto.
-Ella no te quiere cerca, es más, solicitó una orden de alejamiento.
-Supongo que le lavaron el cerebro, Chaeyoung nunca lo haría.-carcajeó burlón.
-Aunque te cueste creerlo, lo pidió al siguiente día en que quisiste secuestrarla. Bien, eso es todo, me voy.
-Dile que ningún maldito papel me mantendrá alejado.-le dijo casi gritando. Jungkook suspiro cansado.
-Hyung, esto te lo digo como amigo.-comenzó a decir de forma tranquila.-será mejor que te rindas, dejala ir. Ella ya no siente nada por ti, lo único que los une es ese bebé que pronto vendrá al mundo.-le decía neutral.-rehace tu vida y recapacita todo él daño que le hiciste, porque Rosé-ah si te amaba y sinceramente.
Tras las palabras del menos, este se marchó dejando al castaño con una presión en el pecho.
Guió su mirada al sobre de su mano derecha y la abrió, no sin antes cerrar la puerta y apoyarse en esta.
Desdobló él papel y leyó atentamente la información. Luego sonrió y vio la siguiente imagen, la cual era su bebé, o mejor dicho su hijo. Iba a ser un varón.
Él es nuestro pequeño hijo, Jimin.
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Olfateó profundamente la hoja de papel. Olía a Rosé, su dulce fragancia se adueñó de sus fosas nasales y rememoró todos los momentos junto a ella.
Las salidas nocturnas, su hermosa sonrisa, los dulces y tímidos besos, y como no olvidar, las veces que ella se entregó en cuerpo y alma demostrándole que lo amaba con locura.
-Fui un idiota.-mascullo con rabia.-lo siento tanto, mi amor.
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-¿Saldrás con Bangchan? .-preguntó Lisa con una sonrisa extraña.
