𝐊𝐎𝐈 𝐍𝐎 𝐘𝐎𝐊𝐀𝐍 + JiRosé

IV

Chapter 4:-

-¿Cómo estuvo tu primer día como chofer? .-Jimin lo miró con cansancio y se dejo dejó caer sobre la encimera.-Por lo que veo, para nada bien eh.

-Sabe que soy un lobo.-Jin soltó los cubiertos y le golpeó la cabeza duramente.

-¡Lo primero que te dije! Que te controlarás, así no ganarás nada y lo echarás todo a perder.

-Lo sé, lo sé.-aceptó revolviéndose los cabellos.-Fui un idiota, pero no pude hacer nada.-se enderezó y sentó en un banquillo.-Ésta rabia es más fuerte que yo, tenia la oportunidad perfecta de hacerle daño, pero simplemente no pude.

-¿Por qué? .-preguntó dudoso.-Que tenga genes de lobo no significa que pueda ganar.

-No lo sé.-negó rápidamente.-Hubo algo que no me dejó hacerlo, pero no te preocupes. Tengo un As bajo la manga.

-¿Qué tienes pensado hacer?

-Ya verás hyung, ya lo verás.-señaló antes de darle una mordida a la manzana.

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Días después...

-Iré con Lisa al centro comercial.-anunció de mala manera.-Yo conduzco, así que darme las llaves. Puedes irte a casa temprano si quieres.

-Yo las llevaré.-dejo de limpiar el coche y se quitó el sudor de la frente.

-¿No me escuchaste? Yo conduzco.

-Quiero ver tu licencia.-la menor bajó la mirada y apretó los puños.-Ya veo, aún no la consigues.

-No es de tu incumbencia. Ahora, dármelas.-metió sus manos en los bolsillos del vaquero y trató de arrebatárselas. Jimin le sostuvo con fuerza las muñecas, pero ella no daba su brazo a torcer.
-¡¡Yah!!

-¡Estás loca! .-Rosé furiosa agarró el tarro del agua sucia y se lo echó encima.
-Ahora si, mocosa.-corrió tras ella y la abrazó por la espalda mojándole las ropas con su cuerpo. Ella gritó entre risas y tomó la manguera para mojarlo más de lo que ya estaba.

Pronto se había convertido en una guerra de agua, entre espuma y risas contagiosas.

-¡¡Roseanne!! .-la voz gruesa del cabecilla llegó a sus oídos, provocando que se detuvieran instantáneamente.
-¡Qué haces aquí, ve a tu habitación en éste mismo momento!

-Pero pa-...

-¡Ahora! .-señaló duramente.

-Sí.

-Y tú. No te contraté para que jugarás, sino para algo útil.-lo regañó.-Una más y te vas, entendido.

-Sí, señor Park.

El hombre se marchó y Jimin pateó la manguera con rabia.
De quitó la camisa dejando ver su cuerpo ejercitado y húmedo, algunas gotas se deslizaban por sus pectorales perdiéndose en su abdomen marcado.
Desvío la mirada hacia el segundo piso, coloco sus ojos en el ventanal, y alcanzó a ver como una sombra se escabullía rápidamente.
Sonrió negando mientras escurría la camiseta.

-Mocosa pervertida.

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Rosé llevó sus manos al pecho mientras respiraba agitada. Sentía sus mejillas arder y se deslizó por la pared, hasta caer sentada en el piso.