— ¡Soobin! —. Gritó el castaño, estaba corriendo por los pasillos de la universidad intentando perseguir a su primo, ese cara de mono que le había robado una gomita. — ¡Ven aquí cobarde y enfrenta tu maldito problema! —. Gruñó.
— ¡Oh, vamos YoonYoon! ¡Es una gomita! ¿Vas a pelear por una gomita? —. Carcajeó.
— Son mis favoritas simio asqueroso —. Bufó molesto. Se detuvo y miró aún salón, las clases ya habían culminado y por lo tanto, no había casi alumnos, los que quedaban eran los que iban a estudiar en la biblioteca o solo querían pasar un rato ahí.
Pero YoonGi no se esperaba ver a JiMin hablando alegremente con Jackson. Ellos hablaban meramente y reían, y eso, por alguna razón, molestaba a YoonGi.
El castaño decidió dejar pasar esa escena y caminar lejos de allí, porque sabía que si permanecía viéndolos, su Alfa se volvía loco.
Y su Alfa era un cavernícola.
— Oye, ¿Sucede algo? — No se había dado cuenta que su primo estaba a su lado, tampoco se dió cuenta que estaban caminando hasta su casa, sólo sabía que estaba molesto. — Si estás molesto por tu gomita, te compraré más, lo juro —.
— Métete tus "lo juro" por el ano, Soo —. Masculló molesto.
— Uno quiere ser buen primo y le salen con patadas —. Bufó. — Pero ya, en serio, ¿Qué sucede?
— No sucede nada, vete a tu casa —. Adelantó el paso, dejando al menor atrás, cuando llegó a su casa, lo primero que hizo fue suspirar, se sentía tan latoso, solo quería estar en su habitación y no salir de ahí, ¿Por qué se sentía así? Eso no debería de importarle ya.
Entró a su casa y lo primero que vió, era a sus padres besandose.
— Oigan, saben, por algo existe la habitación o el motel —. Los mayores de separaron y voltearon a verle.
— Yoongi, estaba en el momento donde te hago un hermano, cállate —. Dijo su padre alfa.
— NamJoon, cállate —. SeokJin se levantó y caminó hasta donde estaba su hijo, abrazándolo como siempre lo hacía cada vez que llegaba a casa. — ¿Qué te tiene así, YoonYoon?
— ¿Eh?
— No te hagas el loco, puedo no ser tu padre biológico pero puedo sentir que algo te pasa —. El mayor frunció sus labios y se cruzó de brazos.
— Park Jimin —. YoonGi miró mal a su padre alfa. — ¿Qué? ¿Me equivoco?
— ¿Qué pasó con él ahora? —.
— No sucedió nada —. Fue lo último que dijo antes de irse al piso de arriba, en dirección a su habitación, entró furioso y gruñendo, no se encontraba para nada feliz.
Porque cuando se trata de Jimin, él no puede ser feliz.
— Si sigues ahogando tus penas tú solo, nunca lo superarás —. YoonGi volteó hasta ver a su padre Omega en el umbral de la puerta con los brazos cruzados.
— Lo siento...—. Suspiró desganado, sentándose en su cama con la cabeza gacha, no era necesario saber SeokJin se sentaría a su lado, porque así era. El castaño sintió como a su lado se hundía y sentía los brazos del Omega a su alrededor abrazándolo.
— No te disculpes...—. Besó la coronilla del castaño. — No necesito indagar o preguntarte por qué estás así —. Sonrío. — No conozco muy bien a Park Jimin, más bien no lo conozco en nada pero, por lo poco que se de él por tí, siento que es un Omega algo difícil —.
— Un Omega con complejo de Alfa, eso es Park Jimin —. Bufó.
— Pero lo quieres, aún lo haces, y no... —. Habló antes de que lo hiciera YoonGi. — No lo niegues, no lo sigas negando por qué eso no es bueno. YoonGi, cariño, no sé si recuerdas que cuando llegastes a nosotros tú llorabas por su ausencia, llorabas porque no fuiste un buen alfa para él. —. Sonrío cuando vio el sonrojó en las mejillas del menor. — Hasta que un día, cambiaste, dejaste de llorar por él y empezaste a odiarlo.
— Simplemente ya no me agrada —.
— O tratas de ocultar el verdadero sentimiento —. SeokJin no era tonto, sabía que cada día YoonGi sufría en silencio por ese tal Omega Park Jimin, no sabía lo que pasó con ellos en un pasado ya que el Alfa menor nunca se lo comentó. — Solo no sigas mintiendote —. Se levantó para salir de ella habitación. — Tu cena está en la mesa —. Dijo antes de salir, dejando al Alfa castaño más confundido y más molesto consigo mismo.
Yoogi caminaba por los pasillos estrechos de la universidad, tenía práctica de basquetbol y aunque se sentía desfallecer porque no durmió un carajo, ahí estaba, como un zombie pero ahí estaba. Cuando iba cruzar una mano en su hombro lo detuvo, lo primero que pensó era golpear al individuo, y lo hizo, pero se lamento un poco por qué...
— ¡Ahg! ¡Si sigues molesto por tus gomitas de gusanito sabor a mandarina, pues perdón! —. Su primo Soobin estaba agarrándose el tabique.
— Disculpa, pensé que era un extraño —. Se lamentó.
— Eres un salvaje, Min —. El castaño rodó los ojos y siguió su camino. — ¡¿Ey, me vas a dejar aquí sangrando!?
— Ve a enfermería —. Dijo antes de entrar a la cancha. Cuando entro vió a todos ahí sentados esperándolo. — Hola.
— Hola capitán Min —. Hablaron en unísono. El alfa asintió en respuesta e iba hablar, pero la puerta detrás de él se abrió, dejando ver al Omega pelinegro de nombre Jimin, y eso fue el colmo para YoonGi.
— ¿Qué haces aquí?
— Si no lo recuerdas, vine para la práctica —. Enarcó una ceja.
— Si no lo recuerdas, tú no deberías de estar en las prácticas de las finales —. Se cruzó de brazos y miraba a JiMin con superioridad.
— Creo que tienes falta de memoria o te haces el imbécil pero yo dije que participaría, que iba ir a las finales.
— No irás y punto —. YoonGi se reprimía más y más que dejara al Omega hacer lo que se le plazca, total, no era de su incumbencia pero ahí estaba.
— No eres nadie para decirme que no.
— Soy el capitán —. Sonrío.
— ¡Soy mejor que tú!
— Un Omega como tú no puede se mejore que yo, un Alfa.
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