Jungkook se sentía de la mierda, mirar a quien es tu crush besándose con su novio a dos mesas de ti no era nada bonito a decir verdad, gruñidos era lo que soltaba, atemorizando a quien pasaba por su lado. La verdad quería irse de allí y olvidar lo que actualmente estaba viendo, pero el Omefa, alias, Park Jimin lo había citado para hablar o más bien, chismosear como viejas de la cuadra.
No era secreto para nadie que Jeon Jungkook, el Alfa más deseado por medio instituto, estaba profundamente enamorado de Taehyung, pero el pelirrojo lo negaba y decía que ya lo tenía superado y que estaba felíz por la relación de Hoseok con Taehyung, pero él no podía mentirse a sí mismo, porque aún lo amaba y le dolía el corazón al verlo tan feliz con ese Alfa.
Jungkooki~
¿Tardarás mucho?
Omefa.
Ya voy, espera ahí.
Suspiró desganado, guardó su teléfono y se dispuso a ver la cafetería, esquivando a toda costa la mesa donde estaban aquellos enamorados que le daban náuseas. Miró como Jimin caminaba hacia él con sus mejillas rojas, y como el gran amigo que era, se rió.
— ¿Qué carajos pasó, amigo? —. Carcajeó al ver el ceño fruncido y las mejillas coloradas que traía el pelinegro. — ¿Problemas con Min?—.
—Odio a Min Yoongi y espero que se pudra en el infierno —. Gruñó. Jungkook rió ante las palabras de su amigo, un silencio nulo se formó entre ellos, Jungkook le parecía más entretenido mirar sus dedos para no levantar la vista y ver, detrás de Jimin, aquellos que lo hacían gruñir y sentirse mal. — No creas que lo noté —. Habló Jimin con una sonrisa sacarrona. Jungkook alzo la mirada y lo vió con una ceja alzada. — Taehyung —.
— Jimin, basta —. Bufó desganado.
— ¿Cuándo lo superarás? —. El pelinegro sentía lastima por su amigo, aquel Alfa que siempre se mostraba fuerte e inalcanzable, estaba ahí lamentandose por un amor no correspondido.
— ¿Cuándo aceptarás que te gusta Min Yoongi? —. Contra atacó con un gruñido.
— Eso no viene al caso —. Frunció el ceño, odiaba cuando su amigo se ponía tan a la defensiva.
— Solo deja el tema... —. Suspiró. — ¿Y tú? ¿A qué se debe ese humor de perros? —.
— Me van a sacar de las finales —. Gruñó desde sus adentros. Aún se sentía molesto con eso. — Todo porqué soy un Omega —. Bufó.
— Te diré algo con sinceridad, y me vale mierda que me grites y me golpees pero soy tu amigo —. Ambos se miraron. — Ellos tienen razón —.
— ¿Qué? —.
— Jimin, eres un Omega, todos ellos son Alfas, eres el punto débil de la Liga y si te lastiman, el equipo se ve afectado y tú, mi querido amigo, también —. Se cruzó de brazos. — Un golpe bajo en tu cuerpo, puede dejarte vulnerable —.
— Te odio, Jeon —. Gruñó molesto.
— Gracias, yo también te amo —.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Ya llegué! —. Gritó, observo su casa en busca de alguna señal de vida. Dejó su mochila en el suelo y caminó hasta la cocina, olía delicioso, debería de admitir. — ¿Jihyo Noona? —.
— ¿Oh? ¡Oh, Jimin! Perdón, no escuche cuando llegaste —. Hizo una reverencia. — ¿Cómo te fue en la universidad, cielo? —.
— Na fuera de lo común —. Se encogió de hombros. — ¿Y mi padre? —.
— Está en su despacho, si quieres lo llamo —. La Omega secó sus manos y caminó hasta las escaleras.
— No te preocupes Noona, yo voy, no quiero molestarte —. Sonrío.
— No molestas, sabes que puedo ayudarte en la que sea —. Rió tiernamente, besó la mejilla izquierda de Jimin y caminó nuevamente hasta la cocina a terminar la comida.
JiMin suspiró, sentía lastima por Jihyo, aquella Omega que hacía el papel de madre sustituta, por no llamarla de manera vulgar como madrastra, ya que aquella Omega de baja estatura y tierna se a dedicado de ayudarlo y cuidarlo, haciendo lo posible de ganar su confianza. Jihyo era la esposa de su padre desde hace nueve años, en esos año ella se a comportado comprensiva y amable con él y educandolo hacer un Omega.
Cuando su padre la conoció, ella también tenía un pequeño cachorro, era un año menor que él, YeonJun. Y a diferencia que a él, su padre lo abandonó a su suerte.
Subió las escaleras con rapidez y se acercó a la primera puerta del segundo piso, tocó la puerta y oyó un "pase" de parte de su progenitor.
— ¿Papá? —. Asomó su cabeza y visualizó a su padre viendo algunos papeles. — Papá estoy aquí —. Entro y cerró la puerta.
— ¡Hola cariño! —. JiMin sonrío ante la enérgica bienvenida de su padre, amaba como nada a su progenitor, aquel Alfa que lo protegió y lo protege de todo, que siempre está allí cuando él lo necesita. — ¿Cómo te fue en la universidad? ¿Atareado?
— Algo —. Hizo una mueca. Y eso Sunhee no lo dejo pasar.
— Si no fueras mi hijo, te creería —. Dejó sus cosas a un lado y presto atención a su hijo. — ¿Qué sucede mi cachorrito?
— ¡Papá, no me digas así! —. Sunhee rió. — Es algo qué sucede con la Liga de basquetbol —.
— ¿Y qué es lo que sucede? —. Frunció el ceño.
— Me sacarán de las finales porqué soy Omega, por mi seguridad —. Suspiró.
— Y eso te tiene molesto —. El pelinegro asintió. — Jimin, cariño, sabes que es por tu bien. Se que amas más que nada jugar pero, esta vez jugarán con un equipo que no tendrán compasión por tu condición. ¿Lo entiendes? —. Sonrío.
— Sí, lo entiendo —.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Hola! ¿Me extrañaron? 👀 Quiero pedir disculpas por no actualizar, estoy haciendo lo que puedo para hacerlo seguido pero, shit.
