El infiltrado

ANTES DEL GOLPE

El ambiente en el barrio mas que de tensión es de fiesta, quieren que sea una despedida antes de que pase todo, llueve el alcohol y la droga, los disparos al cielo no quedan atrás, Santiago preparando los últimos detalles, haciendo llamadas, como a Wilson por ejemplo, verificando que esté todo listo.

Alexander invita a Antonia a beber Whisky, esta le acepta con una hermosa sonrisa, salen del bar y se acercan al parque lejos del ruido.

-Pues ya llegó el momento, ¿Sabes qué?, tengo un poco de miedo, no quiero que las cosas salgan mal, por que si es así estoy perdida, no tengo donde ir ni nada.

-No temas, saldrá todo bien, si lo hacemos en equipo y nos cuidamos entre sí, saldrán bien las cosas, y de ese tema, yo siempre estaré para recibirte en mi casa.

Antonia lo mira extrañado y le dice:

-¿Casa?, ¿Tienes una casa en otro lado?.

Alexander se metió en aprietos, no sabía que decirle a Antonia sin cagarla, no es el momento en que sepa toda la verdad.

-Stephen. ¿Me escuchaste?.

-Si.. era... una forma de decir, quise decir que siempre estaré contigo y que no te abandonaré. y que iré hacia donde vallas tú si es necesario.

-Ah, yo pensé que hablabas literalmente de una casa.

-No no, como se te ocurre.

Luego de diez incómodos segundos, Antonia se levanta de su asiento, haciendo el amague de que estaba confundida.

-No te vayas por favor.

-¿Por que quieres estar a mi lado a cada rato?, está bien que seamos amigos y que te quiera mucho, que me preocupe por ti, pero recuerda que existen más personas que yo en la familia.

-Es que nadie es como tú... .

Antonia lo queda mirando y sonríe levemente.

-¿Qué quieres decir?.

-Que nadie es como tú, mira no soy de decir estas cosas pero si llega a pasar algo quiero que lo sepas... me acerco a ti más que a los demás y te miro demasiado por que me gustas Antonia, no hay otra explicación.

Antonia abrió los ojos sorprendida, y se sentó nuevamente.

-Mira, yo no pretendo tener algo con alguien, me lo prometí a mi misma desde que pasó con... .

-Lo que pasó con Frank, ¿No?.

-Lo sabes perfectamente.

-Pero el ya es parte del pasado Antonia, debes pasar la página.

-No lo entenderías... .

Antonia se levanta y entra al bar rápidamente, mientras Alexander quedó sentado solo en el parque, triste y ebrio.

Ya eran las cinco de la mañana, los pollos mientras se alistaban en las camionetas, que sería una gran caravana roja, White les daba ordenes a los policías, con las fuerzas militares presentes.

Una fila horizontal de cuatro militares, y hacia atrás cinco filas más de uniformados, atentos a lo que White decía:

-Bien, estamos a punto de encontrarnos nuevamente con un caso como este, una banda más peligrosa que una mafia, liderada por dinastías de delincuentes, que no temerán en acabar con cada uno de nosotros, pero nosotros tenemos el equipo que estos no poseen, los pollos tienen la idea de que la televisión mostrará el robo del casino en San Frankford, cuando realmente el robo será en Las Aventuras. Wilson... Jeremías Wilson, será quien tenemos que detener luego que pase todo, el será el encargado de hacernos creer esa noticia de ultimo minuto, ahora mismo, tenemos al las fuerzas especiales de la FBI posicionadas en las torres que rodean el casino, tenemos las furgonetas blindadas en los galpones por los lados del casino, este será un día histórico del país.

Todos los uniformados asienten, y se retiran de la sala rumbo a las camionetas policiales, y camiones militares, mientras White quedaba solo en la sala, se da vuelta y se persigna, se coloca el gorro y sale de la sala.