HORAS ANTES

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Dia lunes, 08:00 AM, cuatro negros fumando en las entradas del bar, se habrían quedado bebiendo y fumando toda la noche, durante esta se escucharon disparos y mucha bulla, los pollos andan de fiesta, habían terminado con la banda enemiga a tres cuadras de ellos, con los "Pastos" quienes tenían una rivalidad histórica por quince años consecutivos.

El "jefe" como le dicen, Santiago Tarciel, preparaba su desayuno de cerveza con limón, junto a su pana de toda la vida, Jefferson Toroni, el "Tuerca", dos dos llevan el mando de la banda, desde hace 10 años atrás luego que su padre muriera a manos de los "Pastos", la tranquilidad de hacer justicia por su padre, lo tenía muy motivado a plena mañana, quien se levanta de la silla y dice:

-Muchachos, celebraré esta victoria con mucho dinero, iré para arriba- al "Torero" se refieren con ir arriba, la clase alta, las casas lujosas, la gente con dinero, se llama así porque la avenida principal, se llama "Torero".

-Voy de una guacho- Se levanta Jefferson de la silla con una cerveza en mano, acto seguido deja la cerveza en la mesa, lleva la mano a su espalda y saca su arma. Tres pandilleros, dos de ellas mujeres, se unieron a la causa, para robar a lo alto de la ciudad.

11:00 AM, la camioneta roja estaba estacionada fuera de la tienda, esperaron a que esta se desocupara, luego de cinco minutos, quedaron a solas con las vendedoras.

-Buenas, ¿Cuanto valen los cigarros?- Preguntaba Santi con la cara tapada, la vendedora lo miró con demasiado susto, ya sabía lo que le venía.

-T-Tres m-mil...- Tartamudeaba la vendedora, quien contestó al ver que Santiago puso su arma en la caja, para amenazarla.

-Dame todo el dinero, y todo saldrá bien y bonito, es lunes, no quiero tener que disparar, ¿No es así?- Santiago mira a la vendedora cargando el arma, acto seguido la vendedora ingresa la clave y saca todo el dinero, este mira a Jeff, le hace una señal y este se acerca con un bolso negro para guardar todo el dinero en el lugar, cinco millones en total, cargado con el cajero automático más el dinero en la caja de la vendedora.

-Muy bien, que tenga buen dia- Jeff le sonríe a la vendedora, y salen del local mientras Santiago tropieza con los artículos pero no se cae, afuera estaba Jhon esperando detrás para abrirle la puerta a Jeff y a Santiago para que subieran rápidamente, delante va Violeta manejando con Antonia de Copiloto, bien vestidas y con la música fuerte, el auto arranca y se van de inmediato, mientras que la vendedora llama a la policía, quien llegó a los minutos del suceso.

Llegaron dos patrullas al lugar, se baja el oficial White, quien entra al local y ve a la vendedora muy asustada.

(Oficial White): -Buenas, ¿Qué sucedió aquí?- mira a la señora en signo de tranquilidad.

-Entraron dos sujetos encapuchados y vestidos de rojo, me amenazaron con armas y me robaron todo el dinero- diría muy triste

(Oficial White): -¿Pudo saber si es alguien de por aquí, reconocimientos físicos o por la voz?- le consulta a la vendedora.

-Nunca los había visto por el lugar, deben venir de abajo, debe ser de los pollos seguramente, por que van de rojo- diría la señora mirando hacia afuera.

El oficial White sale de la tienda y ve el alboroto de productos que había, para encontrarse con una gorra en el piso, una gorra roja, con un olor que delataba que no se lavaba hace mucho tiempo.

(Oficial White): -Fueron los pollos, y este es el mismo gorro que me encontré por el puente de Guanton, debe ser del tal Santiago, tendremos que ir.

(Oficial Hunt): -¿Está seguro?, ¿Será muy peligroso ir?- diría a este.

(Oficial White): -Por algo somos policías Hunt, hay que ir.-

Los oficiales se suben a las patrullas y se van en rumbo al barrio de los pollos con la esperanza de no morir y atrapar a Santiago. Mientras Hunt avisaba por radio la situación, los pollos se desviaban del camino para que no los pillen en el barrio, se fueron hacia las colinas de la ciudad, en un puesto de comida, desde allá arriba se veía la calle Torero, Jefferson vió la fila de patrullas pasando por debajo de las colinas en dirección al sur, en dirección a su barrio.

-Ey negro, mira abajo- Le toca el hombro a Santi, quien estaba comprando unas bebidas, se aleja del puesto y se acerca a la reja, mira hacia abajo y se topa con los policías pasando para el barrio.

-Demonios negro, tenemos que irnos, no dejemos a la banda sola- Miro a Jeff, seguidamente a Jhon, Violeta y Antonia, estos tomaron la comida y bebida, dejo un par de billetes en la mesa y se suben a la camioneta.

Mientras iban en camino, se comunicaban por el teléfono a los de la banda en el barrio, quienes avisaron sobre la presencia policial, todos sacaron sus armas y las cargaron, llegando a la calle del barrio, una cuadra antes, ven los carros policiales con oficiales apuntando a los suyos, Violeta frena de golpe y entra al callejón donde se estacionan los autos de todos, se bajan y guardan el bolso con el dinero detrás de su hood, por una de las casas, mientras que los demás se cambiaban la vestimenta y se ponen lentes.

(Oficial White): - Buscamos a Santiago Tarciel, ¿Alguien de aquí lo ha visto?- Los pandilleros se miran entre sí y nadie dice nada, se podría venir una pronta masacre, cuando entre la gente sale Santiago levantando una mano.

-Acérquese con las manos arriba por favor- los oficiales lo apuntan muy atentos mientras que Santiago se acerca poco a poco.

-¿Por qué me quieren a mi? ¿Qué hice?- le dice Santiago al oficial mientras llega a la patrulla.

(Oficial White): -Usted está detenido por el robo a la tienda en Torero- le dice mientras saca el gorro y se lo tira al suelo para que lo vea. Santiago frunce el ceño, y mira hacia la gente, quienes les abre los ojos en señal de que es hora de actuar.

Un oficial llega con unas esposas, y todos presentes al mismo tiempo sacan sus armas y apuntan a los oficiales.

-No le conviene oficial, somos muchos más que ustedes- dice mientras mira a los dos oficiales de la primera patrulla.

-A tu gente no le conviene que el líder muera frente a todos- dice mientras apunta a Santiago.

-No te convendrá que muera un turista junto a ustedes- Sale de un callejón Jefferson con el camarógrafo apuntando a la cabeza desde detrás. El oficial White quedó en aprietos al ver a un turista amenazado por la banda más peligrosa del lugar.

-Al parecer tendrás que dejarme libre- le dice Santiago al oficial. Hunt mira a White y asienten con la cabeza, sueltan a Santiago y acto seguido sueltan al camarógrafo, quien corre hacia la patrulla con su cámara. Los oficiales se miran entre sí y suben a las patrullas en un silencio muy tenso, mirando a los pandilleros, se van del lugar.

El infiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora