El infiltrado

GRANJEROS.

Amanecía en San Carlos, el sol penetraba el bar, primera vez en mucho tiempo en el que el bar está vacío, no hay ni una sola alma, Alexander despertaba de un hermoso sueño en una cama de una plaza, en la otra cama estaba Antonia, quien estaba sentada en la cama leyendo un libro, el sol le chocaba en el cabello dorado, haciéndolo una obra de arte a quien mire, Alexander, quien la miraba con mucho detalle, le comenzó a ver el lado bueno de la vida, no quiere que nada le pueda pasar a Antonia, quiere sacarla de ese lugar, pero no puede contarle quién es, ya que es leal a los suyos y lo ha sido por muchos años, sería derrumbar todo su trabajo, pero aun así ella valdría la pena.

-Te ves preciosa.- Alexander se levantaba de su cama y se colocaba pantalones, mientras Antonia lo mira de reojo y sonríe.

-Pues gracias.- Esta continúa leyendo su libro.

-¿Tienes novio aquí?.- Alexander se sentaba en la cama para colocarse los zapatos, mientras que Antonia se ponía sería, quedó en silencio unos segundos, luego cierra su libro y le dice:

-No, murió hace dos años.- Antonia miraba al techo, mientras Alex se arrepentía de lo que dijo, deseando que la tierra lo tragara.

-Oh disculpa, no fue mi intención.- Antonia levanta su mano en señal de que Alex no diga más:

-Tranquilo, es algo que duele pero tengo que afrontarlo, hace dos años, en un combate cruzado con la policía, uno de ellos le dio justo en la cabeza...-

*Barrio Los Granjeros, dos años atrás*

"Los pollos siempre tuvieron amistades con los granjeros, quienes vivían a unas cuadras del barrio de los pollos, el jefe de estos, Joel Bárbaro, junto a su hermano John, comandaban su banda de la forma más invisible posible, casi nadie sabía quienes eran, se camuflaban fácilmente, eran inteligentes, aprovechaban cuando otras bandas se metían en líos para hacer de las suyas y culpar a los demás, así fue hasta que la FBI junto a Miguel de la televisión, los pillaron, la policía y el FBI llegaron al barrio, la calle principal de los granjeros estaba llena de uniformados, Joel no sabía qué hacer, estaban rodeados por todos lados, este llamó a Jefferson, quien avisó a todos que los granjeros necesitaban ayuda, así fue cuando estos llegaron, Santiago, Jefferson, Antonia y Frank, este era el novio de Antonia en ese entonces.

Llegaron por detrás del barrio, desde el estadio del pueblo, se bajaron mientras llegaban las demás camionetas de los pollos por las otras calles, rodeando esta misma, Santiago quien tenía un rifle de asalto en sus manos, les hacía señas a los chicos para que lo siguieran, estos que ya conocían las casas del lugar, se subieron a los techos para tener cobertura, cuando llegan a la escena de guerra, Santiago grita:

-¡Maldita policía!.- Este enrabiado, recarga su rifle y comienza a disparar a los oficiales, cayendo dos de estos, mientras los pollos avanzaban por los autos policiales, del fondo de la calle, se ven como llegan refuerzos blindados, fuerzas especiales de la policía, Frank al percatarse, su cara de miedo lo decía todo:

-Mierda.- Con un nudo en la garganta, mira a Antonia, quien aparentemente estaba con miedo, lloraba y le decía:

-Pase lo que pase, siempre te amaré.- Esta le toma la mano y Frank se la besa, este mira a Santiago en busca de ayuda, cuando este le dice que ya murieron los nuestros, que solo quedaban ellos, el ambiente era desolador, solo quedaba morir. Jefferson estaba llorando mientras cargaba el cuerpo de Joel, mientras todos lo miran, este se da cuenta de las fuerzas especiales y lo suelta mientras se lanza por la reja para cubrirse, mientras todos pensaban en el final, Santiago grita:

-¡Escúchenme, tenemos que salir de aquí, de lo contrario moriremos!.- Este intentando animar a los suyos, estos hacen caso y se paran:

-A la cuenta de tres, ustedes cruzan la calle y corren al barrio, ¿Entendido?.- Todos asienten, Santiago cuenta hasta tres y comienza a disparar a locas a los autos policiales mientras Frank, Antonia y Jefferson corrían por el callejón, mientras Santi se escondía en una separación de casas, salta una reja y se lanza hacia un canal.