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Hana le sonrió y palmeó su hombro como recompensa.

— Fuiste la tercera persona en darse cuenta, felicidades.

Intentó desviar la atención del muchacho hacia otro lado. No quería tener que responder a esa confesión.

—¿La tercera?—pareció realmente confundido al respecto pero pareció darse cuenta de lo que Hana quería decir— Midoriya y tú…

— En realidad, solo lo sospechamos— se levantó de la cama —. Creí que te tomaría más tiempo darte cuenta de cómo te sentías pero creo que te subestimé un poco.

Iba a caminar hasta la puerta para ir por un vaso de agua y poder pensar con claridad pero la mano de Todoroki la sostuvo de la muñeca y no la dejó ir.

— Se que puede ser algo precipitado, pero…¿Podrías considerarme como alguien especial a partir de ahora?—Hana se quedó en silencio un momento, Todoroki se impacientó y sus manos comenzaron a temblar un poco. La muchacha se separó del joven, sorprendido creyó que esa sería la respuesta de la joven. Y su sorpresa aumentó al sentir que Hana estaba tomando su mano entre las de ella.

—Ese fue un golpe bajo...— Todoroki comprendió tarde aquellas palabras pero no dijo nada— No puedo prometerme nada en este momento. Y no soy partidaria de olvidar un amor con otro amor.  Pero lo que sí puedo hacer es pasar tiempo contigo, comenzar como amigos— se sorprendió a si misma por la madurez que demostró.

—No tengo ningún problema con eso. Aún si no te gusto, es agradable pasar tiempo juntos a ti, es divertido— la sinceridad, fue otro golpe bajo, pero ella misma se veía reflejada  y comprendía a la perfección los sentimientos del joven. Aunque el sentimiento de culpa no desaparecía.

—¿Deberíamos ir a dormir ya?— Hana soltó la mano de Todoroki y este asintió.

—Buenas noches, Fubuki— se despidió desde la puerta.

—Que descanses, Todoroki…

Se lanzó hacia la cama con un terrible cansancio. Habían pasado tantas cosas y todas juntas que le fue imposible no pensar en ellas aunque no quisiera. Y de tanto pensar se quedó dormida después de un largo rato.

Se removió después de sentir algo frío tocar su rostro. A los pocos segundos una sensación cálida hizo que se sintiera reconfortada y lo atrajo aún más a su mejilla. Aún entre sueños lo frotó una y otra vez contra su mejilla para intentar dormir nuevamente.

—Sería un placer que me uses de almohada, pero tu madre me envió a desperte, Fubuki~— al escucharlo, abrió los ojos inmediatamente. Todoroki tenía una expresión de completa satisfacción y Hana quería que su cama la tragara.

Se separó de la mano derecha del joven y se cubrió con las sábanas hasta la cabeza intentando ocultar su vergüenza.

—¿Qué hora es?— preguntó.

— Casi medio día— Hana aparta la sábana rápidamente y mirando horrorizada al joven lo toma de las mejillas.

— ¿Hace mucho despertaste?— Todoroki asintió— Lamento eso, me dormí algo tarde...— lo soltó y pensó un momento —¿Hace cuánto te envío mamá a despertarme? Ella odia que duerma hasta tarde aunque sea fin de semana.— Todoroki sonrió. Eso no podía ser cierto ¿Verdad? ¿VERDAD?

—Tu cara de pánico es graciosa. Estaba jugando, apenas son las 9 y acabo de despertar. Por cierto, tu madre no ha llegado todavía— al oírlo decir aquello le volvió el alma al cuerpo.

— Jamás creí que serías capaz de hacer una broma así… de verdad me asusté.

Yo seré tu número 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora