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Bajo el calor de aquel sábado ambos muchachos caminaban tomados de la mano.

Todoroki había actuado por instinto, jamás había premeditado aquella acción y pensó que tal vez a Hana le hubiera molestado, pero al parecer ese no había sido el caso. Ella había correspondido, apretando su mano.

Llegan al lugar que Hana habia indicado y antes de ingresar al establecimiento suelta rápidamente la mano del muchacho. Todoroki se queda durante un segundo observando pensativo su mano izquierda para luego seguir a Haba dentro de la tienda.

La vio hablar con la encargada de una forma amable, como lo había hecho con el dueño del vivero la última vez.
Se sintió algo preocupado pues pensó en lo molesto que estaba siendo. Pero la voz de Hana lo sacó de su bruma.

—Ya tengo el vestido. Ahora vamos por los zapatos— se despidieron de los empleados y caminaron unos cuantos metros entre la gente. Esta vez, con Hana tomando de la manga de la remera del joven para no perderse.

Todoroki se maravilló al entrar en la tienda de zapatos. No entendía porqué existía tanta variedad de calzado femenino. Y a comparación con él que solo tenía cuatro pares de calzado se sentía fuera de lugar.

— ¿También tienes muchos zapatos?— la repentina pregunta la dejó algo confundida.
Pero después de ver a su alrededor entendió a qué se estaría refiriendo el muchacho.

— No tengo tantos. Tres pares de zapatillas, dos pares de botas, y dos sandalias— recordó contando con sus dedos—. Mi madre tiene muchos mas— y sonrió.

Era la segunda vez en el mismo día. Se sorprendió al encontrarse sonriendo cuando ella se volvió a la encargada.

Salieron de la tienda con otra bolsa más y la última parada era la tienda de accesorios.

Todoroki volvió a maravillarse por la gran variedad de productos que podía haber en un espacio tan reducido.
Desde adornos para el cabello, hasta prendedores para la ropa, había demasiadas cosas que ni siquiera sabía que eran.

— Bienvenidos, ¿buscaban algo en particular?

La empleada llegó a ellos sonriendo amablemente.

—Buscaba un adorno para el cabello. Uno bastante discreto pero bonito.

Todoroki había comenzado a recorrer la tienda, cuando un accesorio llamó su atención.
Lo tomó para observarlo mejor y Hana se acercó para ver qué era lo que había agarrado el joven.

—Su novio tiene un exelente gusto, señorita.

Todoroki se volteó a ver a Hana con cierta sorpresa. Hana tomó el accesorio de la mano de Todoroki y se lo entregó a la vendedora.

—Me llevaré este.

La mujer asintió y los dejó a la espera para ir a envolver el objeto.

— ¿En verdad está bien?— preguntó mientras caminó detrás de ella.

—Nos ahorraste mucho tiempo. Era justo lo que estaba buscando. En verdad tienes buen ojo— él no se refería al accesorio al preguntar, sino mas bien al malentendido con la vendedora. Pero no era la primera vez que eso ocurría. Pero esa vez, fue ligeramente distinta.
Al contrario de la última vez, ahora, no le había desagradado cómo sonaba aquello.

Yo seré tu número 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora