Pelea entre amigas

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Punto de vista de Judy Hopps

El calor de mi cuerpo me estaba matando, no sé por cuánto tiempo aguantaré este celo.

Me desnudo lentamente, pasando la tela rosar mi piel hasta caer al suelo. Abrí el grifo de la regadera y me metí en ella saboreando el agua caliente que resbalaba por todo mi cuerpo. Tome el shampoo y me masajee la cabeza creando una jabonosa espuma olor a rosas, me enjuago, paso el jabón por todo mi cuerpo y solo pude imaginar a Wilde tomando el jabón con sus manos, pasándolo por mis pechos hasta mi área más privada. Mi mente me estaba traicionando de la peor manera.

¿Por qué él? Apenas lo conocía y esta en lo más profundo de mi mente, apareciendo en mi imaginación.

-Ohh por dios- solté un gemido, mis dedos pasaban por encima de mi clitoris, dejándome llevar por mis fantasías.

En mi mente los gemidos se mezclaban con las respiraciones pesadas y entrecortadas. Los dos en el baño donde se calentó por la tentación de nuestros cuerpos. Las luces doradas proyectan nuestros cuerpos, el me toca con suavidad.

-Oh Judy- decía él en mi mente. No podía quitarlo de mi fantasía, no podía dejar de tocarme, estoy demasiado mojada. Luego metí mi dedo medio en lo más profundo de mi, soltando un sonoro gemido que tal vez se escuchara afuera del baño pero no me importó.

Seguí dándome placer a mi misma, imaginando miles de escenas en mi cabeza, mis dedos no paraban de moverse. Podía escuchar a Nick gritando mi nombre e imaginé su miembro reemplazar mis dedos. Estaba apunto de llegar al orgasmo, coloque una mano en la frías losetas de la pared para recargarme. Estoy cerca de llegar, puedo sentirlo en lo más profundo de mi, penetrandome tan fuerte, Dios mío.

Y cuando menos lo esperé al llegar al orgasmo mis piernas se debilitan, haciendo que yo perdiera el equilibrio y que cayera de espaldas en el frío y mojado piso.

-¡Aaaaahh!¡Mierda!¡Duele!- grité a los cuatro vientos.

-¿Judy?¿estas bien?- vociferó Nick al otro lado de la puerta.

-¡No!¡Mi espalda me duele!- grité de nuevo.

De un abrir y cerrar de ojos Nick se hizo presente en la habitación. Cerró la llave y me envolvió en toallas, me cargó a la habitación acostándome con delicadeza a la cama. En ese momento no me importó que me viera totalmente desnuda.

Di un vistazo a la cámara y el foco estaba en verde.

-Voy por un doctor- dijo Nick alejándose de mí, a lo que yo rápidamente lo agarro de la muñeca impidiendo que diera un paso más.

-Está en verde - dije sonrojada - Quédate un poco más de tiempo. No fue una fractura grave, solo caí de espaldas- dije movimiendome un poco - ¿Ves? Estoy bien, solo fue el impacto-

La verdad mi espalda aún me dolía, pero lo que menos quería era quedarme sola en este lugar.

-¿Estás segura?- dijo desconfiando de mis palabras.

-Nos están viendo- dije recordándole la cámara

El solo me dio un rostro preocupado, luego le dio la vuelta recostandose en la otra mitad de la cama, se acercó a mí tomándome de la barbilla y luego juntó sus labios con los míos.

No dije nada. Le seguí el juego, relajando mi cuerpo y dejándome llevar por sus caricias. Podía sentir sus besos cada vez más apasionados, mi deseo me golpeó como una gran ola. Cada vez me enrollaba más a él, no me importó estar solo en toalla, me lancé encima de él, dejando que la tela se resbalará cada vez más, movía mis caderas ante su miembro por encima de la ropa, nos quedamos profundamente enredados en la cama, moviéndonos a un ritmo sensual.

Agente encubierto WildeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora