🍂│𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

373 48 35
                                    

NARRA JENNIE:

Estimados pasajeros, fue un placer para nosotros acompañarlos durante este viaje por favor procedan a abandonar el avión en forma ordenada, gracias.

La fuertísima voz de la azafata a tráves de los parlantes me despertó de repente, abrí los ojos y me encontré con la sonriente cara de coraje frente a mí, esto me asusto mucho, tanto así que por poco y grito como en las películas de terror.

—Por fin despiertas Jennifer, ya llegamos a Corea, ¿no es emocionante?—Dijo él sin dejar de sonreír, parecía uno de esos payasos del circo y la verdad esa actitúd me irritaba mucho por lo que sin siquiera mirarlo me levanté con pereza.

—Sí, que emoción...woo...—Respondí sarcasticamente con una cara de vaca enferma y rodando los ojos de un lado a otro tomé mi mochila para después pasar por su lado como si nada.

—Si necesitas algo solo dímelo Jennifer, talvez te sientas incómoda al príncipio porque este es un país nuevo para ti pero verás que con el tiempo...—Comenzó a sermonearme el señor como si yo fuera una niña de cinco años, ¡que fastido!

—Oíga señor, podría guardar silencio estoy cansada y tener que escuchar sus discursos de político fracasado solo me enfadan más—Dije mirándolo fijamente esperando que el bendito coraje obedeciera como buen perro faldero pero no fue así, en su lugar el muy estúpido comenzó a reír como si yo fuera un bufón.

—Veo que aún estas molesta Jennifer, creí que con la siesta que tomáste durante el viaje se te pasaría—Comentó el infeliz aún riéndo como una maldita hiena en la selva, pero, ¿qué le pasa a este señor? Y, ¿por qué sigue llamándome Jennifer? Mejor digo algo antes de que se le vuelva costumbre al fastidioso.

—¡Podría dejar de llamarme Jennifer señor! Mi nombre es Jennie, claro que usted lo sabría si no hubiera abandonado a mi madre y ya déje de hablarme, ¿quiere? Estoy cansada—Dije sin pensar, explotando por completo, es que en serio ya me tenía harta este señor.

El simplemente me miró y la sonrisa de su rostro se desvaneció, parece que realmente fuí muy cruel y herí sus pobres sentimientos de coraje y ya hasta creo que me siento culpable, ¿quizás, debería pedirle disculpas? Ayy, como odió mi lado bueno, estaba por decír algo y fue justo en ese momento que después de unos minutos de reflexión coraje volvió a sonreír interrumpiendo mi forzosa disculpa.

—Bueno Jennie mejor bajemos del avión ahora, sígueme—Dijo él como si nada, al parecer esta hecho de piedra el señor, que curioso, no me lo esperaba pero bueno, si es así creo que entonces él me desagrada menos.

Sin esperar más seguí a coraje quien caminaba delante mío como buen perro guía, kkkk, esta bien mejor déjo de llamarlo así o...mejor no porque la verdad me divierte mucho, hahaha.

Caminamos y caminamos hasta salir de la sala de recepción y fue en ese instante que me sentí como hormiga pérdida en una colmena, es que había tanta gente en el lugar que por poco y creí que me asfixiaría, nunca antes en mi vida había estado en un lugar tan concurrido, lleno de gente y más gente caminando de aquí para allá sin césar.

—Jennie esperáme aquí, iré a recoger nuestro equipaje, por favor no te muevas de este lugar, ¿entendido?—Hablo el completo extraño dejándome refugiada en una de las esquinas del aeropuerto para depués irse a toda prisa desapareciendo entre la múltitud.

Bueno, ¿qué debería hacer ahora? Quedarme a esperar o salir a pasear, creo que mejor lo segundo, hahaha, es que yo no soy una chica buena y creo que sería divertido darle a coraje unos tremendos dolores de cabeza, kkkk, ya me imagino lo loco que se pondrá el pobre.

¡PIÉRDETE! - [𝐓𝐀𝐄𝐍𝐍𝐈𝐄/𝐘𝐎𝐎𝐍𝐍𝐈𝐄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora