Capítulo V: "El seco y frío invierno"

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Frío y oscuro invierno

Nieve cayendo sobre nuestras narices

Tiempos para quedarnos abrazados

Te quisiera todos los días recostado en mi pecho

Pudiendo ver tu cara angelical

Escuchando tu respiración

Y besando tu nariz respingada.

Es que aun no comprendo

Como es que se puede sentir esto

Es tan fuerte, tan duro

Es como si mi corazón bombeara a mil por hora

Mi cerebro haga trabajar a mis neuronas,

Y eso que es difícil,

Y mi piel se convierta como la de un pollo.

Verte sobre esos patines

Me hizo sentirme en una película estadounidense

Donde dos personas que aman el deporte

Encuentran el amor.

Hace unas semanas pude sentir dentro de mí

Que no estabas bien

No te sentías en el lugar exacto

Estabas nervioso, temblando

Llorabas sin poder parar,

Lo siento

Sé que cuando nos conozcamos,

A pesar de que vayamos al mismo colegio,

Te haré conocer las estrellas,

Te haré ver el arcoíris

Y en las noches te llevaré a acampar

Mientras estamos en el césped

Tomados de la mano

Mirando al cielo destellante,

Alumbrando el arte natural.

Solo sé que si se da en estos tiempos

Tendremos que llevar mantas de más.

Enero 4, lunes por la mañana, del 2019:

Una pequeña nube de humo se formaba al exhalar por la boca mientras corría una hora y media, el juego principal se acercaba y necesitaba prepararse físicamente para estar apto en ese día tan especial. Uno de los mejores ejercicios que uno puede realizar, decían por allí, era activar el cuerpo en las mañanas estimulando con corridas, caminatas o trotes suaves, así tu cuerpo se oxigena aún más y el buen humor recorre tu sangre en el día. Una punzada en su pecho se hizo presente, hace unas semanas atrás su corazón y sentimientos recobraron vida, podía notar cada una de las emociones de él, desde las noches en las que estaba triste y escondiéndose hasta los momentos en los cuales sonreía sin poder bajar sus comisuras.

Exactamente a eso de las seis de la mañana llegó a su casa, el desayuno ya estaba listo pero a esa hora no se le antojaba nada por lo cual subió corriendo esos escalones de madera, con decoraciones navideñas en sus barandales, en busca de la ducha lo más rápido posible que fuese. Su cuerpo emana olores desagradables, fuertes, llenos de testosterona, y desodorante rexona. Se despojó de su atuendo deportivo y dejó que las gotas del agua cayesen sobre su cuerpo, estas acariciaban los músculos tensionados de tanta presión y estrés, jadeos de placer se escuchaban en las afueras del cuarto, todo lo que se contraía empezaba a relajarse lentamente. ¿Cuánto hacía que no experimentaba el deseo y placer juntos? ¿Cuánto hacía que no se auto satisfacía así mismo? Dejó que el tiempo y el goce se llevaran bailando un vals, que crearan del ambiente un sitio cálido donde los quejidos eran ahogados mientras, que a medida, el agrado acrecentaba, su labio se enmarcaba más por la mordida que le estaba haciendo. El éxtasis, sensación única, no hay mejor forma de conseguirla que dándoselo a uno mismo, sintiendo el verdadero gusto de amar el disfrute al acabar con esa tensión que atraviesa uno en el acto. Un gemido, un grito de placer, la liberación completa haciéndose dueña de todo el ambiente. Apoyó su frente contra el azulejo, la lluvia de agua caliente decaía, limpiaba el desastre que había dejado en el suelo de la ducha. Al terminar de frotar cada zona con la toalla y secar los restos húmedos, comprobó que hubiese ropa interior en su armario, la cual sí había. Desbloqueó la pantalla de su celular, en esta se podía ver como sus nuevos compañeros empezaban a seguirlo y querían saber más sobre su vida, entusiasmados por tener chismes fresco de que hablar el lunes siguiente. Tenía práctica pero se replanteaba en falta debido a su necesidad de sueño, la demanda que desprendía el físico del joven sobre su deseo de recostarse y cerrar los ojos aunque sea quince minutos era altísima. Abrió las sábanas de su cama y se acostó en esta, cuando menos se lo esperó sus párpados estaban unidos y su respiración era completamente relajada.

Un tramo largoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora