Cap 28

159 14 8
                                    

Suaves rayos de luz se colaban por la ventana haciendo que escondiera mi cabeza en la almohada, al principio pensé que estaba acostada en mi habitación pero cuando mi mano rozó la suave ceda de las sábanas y mi nariz captó el olor a canela y eneldo que emanaban las almohadas recordé a donde estaba y que había pasado la noche anterior, una pequeña sonrisa apareció en mi cara y no podía evitarla, no me había sentido tan relajada, feliz y... completa desde hace mucho.

Poco a poco me di la vuelta para poder ver a la persona responsable de mi sonrisa. Peeta estaba recostado sobre su hombro, sus mechones dorados le caían suavemente en la frente y le rozaban las pestañas... se veía tan pacifico mientras dormía pero aún así no pude contenerme a acariciar ligeramente su cabello y sus mechones rebeldes. Me encantaba verlo así, tan tranquilo, era un momento en donde nada importaba, nada nos molestaba.. solo éramos el y yo

-Si me miras más podrías quedarte ciega por mi belleza- dijo Peeta sacándome de mis pensamientos

-Alguien amaneció con el ego algo elevado - digo acercándome para darle un pequeño beso en los labios, él al principio se tensa un poco ya que se acaba de levantar pero aún así responde bien a mis caricias, suavemente me sujeta de la cintura atrayéndome hacia el para después intensificar aquél beso.

-Me gusta que me beses - le digo sin pensar en lo que decía

-Me gusta besarte preciosa...y me gustaría hacerlo para siempre si tu me lo permites- dice mirándome con esos ojos azules que tanto me gustan

Lo miro por unos segundos a los ojos enternecida por sus palabras y en respuesta me acerco nuevamente hacia el y lo vuelvo a besar, esta vez el beso se torna un poco más intenso y escucho como Peeta suelta un leve gruñido, poco a poco me fui separando para quedarme encima de su pecho viéndolo.

-Eres hermosa - dice poniendo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja para después acariciar con su pulgar mi mejilla, mandíbula y labios... sus palabras y caricias hacen que un sonrojo involuntario aparezca en mis mejillas provocando que esconda mi rostro mientras dibujo formas con mi dedo sobre el pecho desnudo de Peeta, el parece notarlo y con delicadeza levanta mi mentón - Me encanta cuando te sonrojas para mí-

-Eres muy meloso- le digo soltándome de su agarre para caer nuevamente de lado, el se vuelve a poner de lado y quedamos los dos viéndonos fijamente.. no se cuanto tiempo pasa pero nos quedamos en la cama besándonos y hablando como la pareja más melosa e insportable que podría existir. Estábamos tan cómodos pero algo me dijo que viera que hora era y al ver que ya eran las 9 de la mañana me doy cuenta de que nuestros padres regresarán en unas horas y hay que hacer muchas cosas. Me doy la vuelta y empiezo a pararme -Vamos, hop hop hay que empezar el día - le digo dando un salto para salir de la cama únicamente llevando una camiseta de coldplay grande que me había dado Peeta la noche anterior. El me ve con cansancio y se vuelve a enterrar debajo de las sábanas - Peetaa- le digo acariciando su cabello -hazlo por mi - le digo con cara de perrito triste, el se saca las sábanas de encima para verme

-Eso no funciona conmigo, soy inmune después de los miles de intentos de Annie - dice el tratando de ser serio - peeero si me das una recompensa podría considerarlo - dice el recostado sobre sus codos

-¡Ya se! - le digo y el pone una cara de intriga divertida - ¿Qué tal si te hago pancakes para el desayuno? se que te encantan - el me mira y niega con la cabeza

-No quiero eso -

-¿Entonces que quisieras? - le digo cruzándome de brazos, el se acerca aún estando en la cama y se arrodilla para quedar a mi altura

-A ti - dice el mientras sujeta firmemente mi cintura, yo me vuelvo a sonrojar, el me empieza a besar nuevamente y siento que me quiere hacer acostar en la cama así que me alejo de él

Del odio al amor solo hay un pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora