-Y ella.. ya sabes, la chica que está parada junto al sillón, ¿Quién es? No la he visto por aquí - le pregunté a la asistente de Peeta
-Oh- Bea la miró de reojo - Es una artista que vino de intercambio, está de pasante por el momento. Pero a decir verdad no me agrada mucho -
-¿Por qué? - mi intriga crecía cada vez más
- Simplemente es una persona la cual no conoce la palabra humildad - me rei ante el comentario de Bea, nunca la había escuchado hablar así de alguien - pero no te preocupes, ya tendrás oportunidad de conocerla y disfrutar de su compañía -
-Pero.. ¿Tengo de que preocuparme? - traté de disimular mis celos pero la chica era muy hermosa...muy cercana al término "perfección"
-¡Para nada! En el Capitolio el Sr Mellark le dejó muy claro que el no estaba interesado- las palabras de Bea me tomaron desprevenida, Peeta no me había comentado nada referente a la chica que estaba a solo cinco metros de mi
-¿En el capitolio.. - estaba por sacarle más información cuando Peeta llamó mi atención.
-Katniss- Peeta se acercó a mi y tomo mi mano - Quiero que conozcas a algunas personas - sin darme tiempo para responder, Peeta empezó a caminar y por consecuencia yo también
Entramos a una sala en donde saludé a los compañeros y socios de mi esposo, nunca he sido muy buena con las personas pero tuve que aprender a pretender, no fue hasta que ví a Cato que una sonrisa apareció en mi rostro. Empecé a caminar hacia donde se encontraba mi amigo pero Peeta me detuvo.
-Amor, ella es la señorita Fray. Es nueva en la galería y ha venido a hacer una pasantia - me indicó Peeta, yo con una sonrisa extendí mi mano para estrechar la suya, pero me percaté que mi presencia no era de su agrado y con una sonrisa hipócrita me lo dejó muy claro
-Tu eres Katniss ¿No? - su tono no sonaba amable y al parecer nadie le había dicho que sus expresiones no eran muy sutiles. Me miró de pies a cabeza e hizo una mueca que sabía que era de desagrado
-Mucho gusto, pero es Señora Mellark - le dije cuando Peeta se alejó un poco para atender una llamada
La chica me miró fijamente y sabía que no le había gustado que la corrigiera. Me alejé de ella y fui a buscar a Peeta, esperé unos minutos hasta que terminara y cuando lo hizo, me acerqué y le dió un suave beso en los labios. Perra parecía sorprendido pero se relajó después de unos segundos
-¿Por qué no vamos a tu oficina? - le susurré en el oído.
-¿Solo nos vamos a desaparecer?- me preguntó curioso
-Todavía falta una hora para que empiece tu reunión así que estamos bien -
-¿Y si se dan cuenta? -
-No me importa... mientras más tiempo perdamos más corto será - Peeta sonrió y dejo un pequeño beso en mis labios
-Vamos - Peeta agarró mi mano y me llevó con el, mi plan había funcionado, ahora lo tendría solo y podría hablar con él.
Al entrar a la oficina Peeta cerró con llave y se dió la vuelta para verme - No vamos a necesitarlo - le dije
-¿De que hablas amor?- me preguntó confundido
-Del seguro-
-Pero..-
-No vamos a tener sexo Peeta - dije viéndolo, crucé mis brazos sobre y lo mire fijamente, no estaba molesta pero quería saber que había ocurrido.
-No estoy entendiendo.. - Peeta se acercó a mi pero antes de que pudiera tocarme me di la vuelta y empecé a empujarlo lentamente hasta que chocó contra su escritorio
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Del odio al amor solo hay un paso
Fanfiction¿Qué pasaría si la persona a la que más odias se convierte en parte de tu vida? Los personajes de esta historia son de la increíble Suzanne Collins y está historia está inspirada en dos de mis fanfics favoritos ¡COMPLETA!