Cap 16

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Pov Katniss

Siento como la mirada de Peeta se clava en mi espalda mientras me pierdo entre los diferentes autos, tengo muchísimas ganas de olvidar todo, de ser débil y correr hacia sus brazos y disculparme pero no lo haré.

Me doy la vuelta discretamente y cuando ya no logro visualizar a Peeta siento como mi corazón empieza a latir más rápido y mi pecho sube y baja rápidamente. Siento una pequeña gota de agua resbalar por mi mejilla y es cuando vuelvo a la realidad.

-No llores... aguanta, aquí no - me repito en voz baja apretando mis manos fuertemente, me contuve con todas mis fuerzas de llorar, aunque estuviese destruida por dentro no le demostraría a nadie como me sentía. Nada estaba saliendo bien, cada vez que parecía avanzar un paso con Peeta, retrocedía dos más.

Me quedé en donde estaba por unos minutos pensando en todo lo que acababa de suceder, todo se repetía como en cámara lenta en mi cabeza....Peeta alejándome de él, insinuando cosas malas de mi, yo gritándole... todo había pasado muy rápido. Me sentia mal, quería vomitar, quería llorar, quería correr y perderme en un bosque y jamás regresar.

Después de tal vez 15 minutos logré moverme, empecé a caminar hacia la puerta principal, gracias a lo ocurrido no sabía cómo regresaría a casa y lo que menos me apetecía en estos momentos era caminar bajo el calor del sol. Mientras caminaba saqué mi celular y llamé a Rue esperando qué siguiera aquí, sino me tocaría llamar a mi madre y eso no era precisamente lo que más deseaba.

-¿Rue? - pregunté al escuchar que la llamada había sido aceptada, se escuchaban ruidos divertidos, como si alguien estuviera gritando. Rápidamente cerré la llamada, la verdad no quería molestar a Rue, siempre acudía a ella para contarle mis problemas, tal vez llamar a mi madre no era tan mala idea.

Llamé a mi madre y le pedí que me recogiera, me sorprendió que no me interrogara pero de seguro lo haria en el auto . Caminé perdida en mis pensamientos hasta la puerta de entrada, había muchísima gente para la hora que era así que decidí esperar a mi madre en una banca que estaba cerca de la acera.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando vi el auto de mi madre, me levanté pesadamente de la banca, caminaba hacia el auto cabizbaja cuando vi a lo lejos a Cato, no tenía planeado acercarme, no tenía ganas de ver a nadie pero una mirada penetrante hizo que volviera a ver hacia dónde estaba Cato.

A lo lejos alcanzo a juntar mi mirada con la del chico que acababa de cortar conmigo, nuestra conección duró solo unos segundos ya que Peeta me mira de arriba a abajo y se da la vuelta para seguir hablando con Cato. En ese momento sentí todo lo que sentí cuando lo conocí por primera vez, su presencia me volvía a parecer intimidante, lo veía nuevamente como el chico tierno y sensible que se encerraba en una coraza con aires engreídos y egocéntricos para que nada le afectara... ni siquiera yo y eso es lo que más me dolía. Sentí como está vez no lograría contener mis lágrimas, corrí a donde mi madre y me metí en el auto.

Mi madre al verme se quedó callada, usualmente cuando Prim no estaba ella y yo actuabamos muy diferente. Veo como me mira de vez en cuando con el rabillo del ojo pero ni una sola palabra sale de su boca, de repente agarra mi mano y le da un apretón haciendo una sonrisa de lado. Me sorprendo al verla cariñosa pero le respondo el gesto con otro pequeño apretón de mano.

Durante el camino lo único que puedo pensar es en él, ¿Por qué fui tan cobarde? ¿Por qué no confíe en él?. Peeta aparte de Prim era el único rayito de felicidad y tranquilidad en mi vida y ahora ni eso tengo. Tal vez esta era una forma en la que el destino me gritaba "REACCIONA", he estado viviendo un cuento de hadas con Peeta y había evitado la realidad, ya quedan menos de 7 meses de clases y esto igualmente hubiera sucedido ya que al graduarnos el tomaría su camino y yo el mío, fui una ilusa al pensar que las cosas saldrían bien..

Del odio al amor solo hay un pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora