Cap 15

307 19 11
                                    

Han pasado ya otros dos meses con Peeta y aunque suene empalagoso jamás me he sentido tan feliz. Antes ir a clases era tedioso pero ahora me despierto cada mañana alegre al pensar en que estaremos juntos.

Hoy es viernes, ya casi se acaba la semana y podré pasar todo el fin de semana pegada a Peeta. Si debo admitir que ha sido un poco difícil crear tantas excusas con mi madre de por qué salgo tanto y con quién pero yo se que esto es mas fácil que decirle.

Las cosas van más que bien con Peeta pero no puedo sacar de mi cabeza sus palabras y las de Rue... - Deberías crear tu propio futuro preciosa... ¿Ya le has dicho sobre las universidades? -

Se que debo de hablar con él acerca de estas cosas pero el miedo me gana, no quiero arruinar las cosas y no quiero salir lastimada de nuevo, no pretendo que el vea un futuro conmigo pero eso es lo que mi corazón desea.

.

.

.

Bajo las escaleras y un aroma a tocino llena mi nariz, me sorprendo ya que se que Prim jamás tocaría un sartén y mi madre hace mucho no cocina, mejor dicho desde que falleció mi padre no lo hace, ovbiamente nos hacía el desyauno pero siempre eran cosas congeladas o cereales jamás era algo hecho por ella.

-Mmmm huele muy bien mamá - dice Prim en la mesa de la cocina.

-Estás cocinando- no se lo pregunto, se lo afirmo.

-Si cielo, estoy cocinando - dice ella con una sonrisa que no había visto hace mucho, creo que la última vez que la vi así fue cuando Peeta se quedó a cenar con nosotras.

-¿Por qué estás cocinando? - pregunto confundida

-Porque tienen que comer ¿no? - dice ella sarcástica.

-Ah, claro - respondo sonriendo nerviosa -Estás de buen humor-

-No lo puedo negar, estoy muy feliz- voltea el tocino dándole una vueltits en el aire y lo agarra para luego ponerlo junto a tostadas. Trató de seguirle la corriente por lo que me siento junto a Prim

-Niñas - nos llama - ¿Recuerdan que les comenté que estaba saliendo con alguien? - al escuchar eso Prim y yo nos miramos incómodas - Bueno, me gustaría que al fin lo conozcan, quedé con el y sus hijos en que nos veríamos la siguiente semana para cenar juntos y que se conozcan-Prim y yo nos quedamos en silencio durante unos segundo analizando sus palabras. Hace ya un tiempo que no mencionaba al sujeto así que ambas pensamos que habían terminado o algo por el estilo.

-Entonces.. ¿Conoceremos al sujeto misterioso y a sus hijos? - pregunta Prim desconfiada.

-Si niñas, para mi es muy importante que ustedes se sientan cómodas con él y su familia, así que denle una oportunidad ¿ok? - dice ella sonriendo. Veo como Prim iba a protestar y decido interrumpirla.

-No te preocupes mamá, esperamos anciosas la cena - le digo sonriendo.
Mi madre nos regala una sonrisa y Prim entiende por qué he dicho eso, las tres nos abrazamos y terminamos de desayunar. Al terminar nuestra comida Prim y yo nos despedimos de mi madre. Ambas salimos y en unos 15 minutos aproximadamente llegamos al colegio. Prim y yo nos despedimos y cada una va por su cuenta.

La primera clase del día es Francés, así que me dirigo hacia el aula 45 mientras reviso mi célular. Estoy caminando cuando veo como alguien se une en mi camino, alzo mi cabeza y veo esos rizos color cobre que conozco tan bien.

-¡Finnick! - cuando lo veo sonrio automáticamente, quisiera decir que Finnick y yo no pudimos resolver las cosas y cada uno siguió su camino pero no puedo, desde que Finnick llegó se ha convertido en un buen amigo, jamás me ha presionado con nada, no me ha hecho recordar nuestro pasado y lo mejor es que siempre está para mi cuando necesito hablar, me recuerda mucho a como éramos antes

Del odio al amor solo hay un pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora