Me enamoré de un niño. (Jungkook y tú)

Desastre.

Sin poder decir más, se desmayó entre mis sabanas...

Pov _____.

Me quedé mirando a ese chico, ahi, tendido en mi cama. Lucía horrible. Sin hacer ruido, le quité las zapatillas, y le tapé con las sabanas. No me importó mucho que se ensuciaran, mas tarde las lavaría. Salí de la habitación y cerré la puerta. El cansancio y dolor se hicieron presentes. Me deslicé estando aun apoyada, acabando por estar sentada en el suelo. ¿Por qué hacía todo esto? ¿Por qué le ayudaba? Si ni si quiera lo conocia, y no me importaba conocerlo. Siempre me había mantenido al margen de toda la gente, creando una apariencia de macarra, una busca líos. Una apariencia que no era mía. Todo por sobrevivir. Era verdad que apenas le encontraba sentido a esta vida y a lo que me rodeaba en ella, pero nunca tuve el valor (o la cobardía) de acabar con ella. Solo quería poder estar en paz. Y de la noche a la mañana, me comportaba así. Preocupándome por un desconocido y llevandolo a mi casa. Sabía el problema que tendría si se enteraban de que él estaba en ella. A mis padres nuncá les importó a quien o qué llevaba a mi casa, mientras no les pudiese involucrar a ellos. Pero este chico conseguía eso. El simple hecho de estar en la misma escuela de mi hermana suponía demasiados problemas. Y a pesar de saber todo esto, él estaba aquí, en mi casa, en mi cama. "¡Pero que coño me pasa!" Me grité mentalmente. Desistí de seguir pensando, estaba demasiado cansada como para poder poner en orden mi cabeza. Me levanté como pude, y me fuí al salón. Me tumbaría un rato en el sillón. Necesitaba dormir algo. Nada más tumbarme, mis ojos se cerraron y entré en un profundo sueño.

Me despérte de una, no sabía que pasaba. Unos gritos se oían desde mi habitación. Me levanté de una y salí corriendo hacia ella. Casi me caigo dos veces. "Torpe..." Cuando llegué, el chico estaba asustado. Volvía a estar en la misma posición que cuando lo encontré. Con cuidado, me subí a la cama e intenté tocarlo, pero recibí un gran manotazo.

-¡NO ME TOQUES!

Haciendo caso omiso, me volví a acercar a él. Esta vez intenté abrazarle. Él me daba empujones, pero no me dí por vencida. Poco a poco empezó a tranquilizarse, y dejó que le abrazase.

-Ya esta... Aquí estas a salvo... Estate tranquilo, no te pasará nada - intentaba sonar tranquila, pero la verdad esta situación me había puesto nerviosa.

-Yo...¿do-donde estoy...?

Me despegué de él y me miró. Parpadeó un par de veces, aun estaba un poco aturdido.

-Tu-tu...

-Ayer te encontré en mi puerta. Tranquilo, no te voy a hacer nada.

Solo me miró detenidamente. Parecía que por fin empezaba a recordar las cosas. Le miré a la cara. Estába demacrado, y seguía teniendo restos de sangre. Le cogí la cara suavemente con mis dos manos, y pasé mis dedos por su labio partido. Recibí un leve quejido y una mueca de su parte. Luego, poco a poco, empecé a observar cada uno de esos pequeños moretones que tenía. Él solo cerró los ojos a mi tacto. En ese momento, empecé a sentir una gran impotencia en mi interior, y una vocecita sonó en mi cabeza. "No voy a dejar que nada malo le pase"

Pov Jungkook.

Desperté atormentado por una pesadilla. O eso creía yo. No sabía donde estaba, todo estaba oscuro, escuchaba voces y risas en mi cabeza. El miedo se hizo presente en menos de un minuto. A los pocos segundos, escuché una puerta abrirse. Yo solo gritaba, quería seguir viviendo, quería vivir. Dentro de todo este mar de oscuridad, sentí un olor familiar. Era el olor a algo fresco pero a la vez dulzón. Esa fragancia era perfecta, pero yo ya la había olido en algún otro lugar. Poco a poco fuí recobrando la conciencia, y me di cuenta de que estaba siendo abrazado por alguien.