Capitulo 18

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El lunes había llegado y con él el temor de el reencuentro que tendría ____ con Tom porque, a pesar de que el domingo recién pasado se habían visto, las cosas no habían terminado para nada bien.

_____, después de que Tom la dejará prácticamente sola al irse sin ella, tuvo que caminar hasta su casa que no quedaba tan lejos desde donde se encontraba aunque aún así no pudo evitar tirárse en su cama en el mismo momento en que cruzó la puerta de su habitación. Todo fue peor cuando su madre llegó a su cuarto y entró sin si quiera tocar la puerta.

—¿Y? —preguntó su madre con un tono esperanzado en su voz.

_____, aún tirada en la cama, frunció el ceño sabiendo que su madre no la vería pues tenia toda su cabeza enterrada en la almohada. Quería estar sola, pero claro, su madre quería tener algún tipo de conversación con ella justo cuando lo único que quería era echarse a llorar.

—¿Y qué? —su madre soltó un suspiro de frustración.

—¿Cómo te fue en tu cita con Tom?

____ tuvo que reprimir un gemido. Estaba tratando de no crear un mar de lágrimas y su madre le pregunta por la persona menos indicada.

—Mamá, no quiero ser grosera pero... ¿Te puedes ir? Quiero estar sola.

—Oh, así que no te fue tan bien ¿eh? —ella no respondió— Bien, te dejaré sola. Si te da hambre quedó un poco del almuerzo por si es que te lo quieres comer como cena.

Sin más su madre dejó la habitación. _____ soltó un gran suspiro y comenzó a llorar desconsoladamente sobre la almohada dejándola completamente mojada. Comenzó a gritar con la almohada en su boca impidiendo que el grito sonara demasiado fuerte.

Lo había jodido todo, y lo sabía. Y lo único que podía hacer en ese momento era llorar y llorar. Y así estuvo hasta esta mañana. Se levantó obligada puesto que ahora lo que menos deseaba ir a la escuela, más de lo habitual.

No había visto a Tom en toda la mañana, y como no coincidian en ninguna clase no podía saber con exactitud si había asisito o no. Eso fue hasta la hora del almuerzo cuando lo vio sentado con los chicos mientras reía alegremente.

Vaya, pensó ____, al parecer no le afectó tanto como a mí nuestra "pequeña discusión".

Cuando ella cruzó la puerta de la cafetería, inmediatamente sintió la mirada de Tom sobre ella, penetrante casi fulminante. La odiaba, lo podía ver sus ojos. Y no lo culpaba en absoluto pues ella también se odiaba. Su sonrisa abandonó su rostro en el momento en que sus ojos se posaron en ella. Todos los chicos al ver la expresión seria de su amigo voltearon a ver hacia su dirección. ____ estudió cada uno de los rostros que la miraban. Alfred la miraba decepcionado, Rupert con una expresión de "te quiero aquí pero no se puede" hasta pudo ver como se encogía de hombros levemente, mientras que Daniel la miraba despreocupado como solía hacerlo. Éste último fue el único en sonreírle y al parecer, al único que no le importaba lo sucedido.

____ desvió su mirada de ellos y se dirigió a buscar su almuerzo para luego, con bandeja en mano, comenzar a buscar alguna mesa desocupada porque claramente no se sentaría con sus amigos.

Algún día te perdonarán, le decía su conciencia. Pero ella creía eso algo casi imposible.

Se sentó en una esquina de la cafetería donde resultó ser el único lugar con una mesa disponible. Nunca se había sentido tan solitaria. Ni siquiera en sus primeros días en esta escuela. ____ soltó un suspiro. Deseaba tanto volver a ese primer día.

Pero, desgraciadamente, no podía.

Al igual que ____, Tom deseaba volver a ese primer día en el que le habló deseando no haberlo hecho. No haberse acercado a ella. Porque, ahora más que nunca, no podía ignorar su presencia. Había estado fingiendo toda la mañana que esta bien con lo sucedido, después de contarle a los chicos, demostrando cero interes para que no vieran lo mucho que le había dolido. Y a pesar de que era una mentira, solo había estado sonriendo y riendo como si no hubiera ocurrido nada. Pero ahora, con la presencia de ella todo se venía abajo más aún cuando vio como entró en la cafetería dedicándole con una mirada que solo reflejaba arrepentimiento. Quería perdonarla, en serio. Pero estaba dolido, demasiado, sentía como si hubiera roto su corazón. Él trató de no reírse ante ese pensamiento. Ni siquiera eran algo más que amigos como para que él pudiera decir eso. Además, su orgullo era muy grande como para perdonarla. Se sentía tan estúpido que eso le impedía el acercarse a ella. Nunca se había dado cuenta lo orgulloso que era hasta ese momento.

—¿No creen que deberíamos hablar con ____? —preguntó Daniel desviando la mirada de su amiga para girarse a ver a sus otros amigos.

Tom fue el primero en responder, y se sorprendió por cómo sonó su voz. Frívola, distante, firme.

—No.

—Oh, vamos Tom. Tú hablaste con ella, nosotros todavía no —repusó Daniel.

—Si quieren vayan. Yo ya no tengo nada que hablar con ella.

—Yo quiero ir —habló nuevamente Daniel decidido—¿Ustedes?

Alfred y Rupert se miraron entre sí.

—Yo también quiero conversar con ella —habló esta vez Rupert levantándose junto a Daniel, quien le sonrió.—¿Alfred? ¿Vienes?

El chico miró a ____ antes de volver a mirar a Tom. Hizo una mueca en su dirección.

—Si tú no quieres resolver las cosas con ____, esta bien, es tú elección. Pero mi elección es que es mi amiga a pesar de todo —se levantó de su asiento, no sin antes dedicarle una mirada de disculpa a su amigo quien solo asintió sin siquiera mirarlo.

Tom no se sentía traicionado, para nada. Los comprendía. ____ era su amiga, después de todo, así que entendía el que quisieran conversar con ella y "arreglar las cosas" puesto que no lo sentían una gran traición como él. Además ellos no tienen sentimientos encontrados por ella. Eso solo complicaba las cosas.

Tom se quedó solo, echado en su asiento, comiendo sin ganas lo que estaba servido en su bandeja.

____ se sorprendió gratamente cuando los chicos se dirigieron hacia ella. Pero se sintió decepcionada cuando notó que Tom no venía con ellos. El que más le importaba era él, siendo también, el que más le afectaba.

—Hey —dijo Rupert dando vuelta una de las sillas de la mesa colocándose frente a ella. Lo único que se interponía entre ellos era la mesa.

—¿No están molestos? —preguntó ____ mirándolos con una mueca en su cara.

—Algo —confesó Alfred sin moverse de su lugar.

—Yo no, por lo menos —comentó Daniel sonriéndole.

—Me alegro de escuchar eso. ¿Y tú Rupert? —él le sonrió de lado.

—Nah. También te mentí, de hecho a todos, diciéndoles que era hetero. Así que no tengo derecho a estar molesto contigo —ella le sonrió.

—Sin embargo, Tom... —la sonrisa se esfumó inmediatamente de su cara al escuchar su nombre.

—Nunca lo vi tan molesto antes —dijo Alfred.

—Creo que está algo resentido, más que nosotros —supusó Rupert.

—Quién sabe el por qué está más molesto, solo sabemos que de nosotros es el más dolido —Daniel se encogió de hombros.

____ trató de sonreír de lado sabiendo exactamente por qué Tom no la perdonaba facílmente como ellos. Porque sentía hacía ella mientras ésta le mentía y se besaba con otro chico a sus espaldas. Claro que entendía el por qué estaba más molesto que los otros, pero aún así estaba feliz de que ellos no se lo tomarán tan a pecho y la perdonaran.

____ dirigió una mirada rápida hacia donde se encontraba Tom solo. Bueno, hace unos segundos estaba solo porque ahora se encontraba conversando con Carrie, quien le sonreía claramente coqueteándole. _____ no podía ver el rostro de Tom pues tenía la cabeza gacha pero casi podía ver que sonreía.

Algo se removió en su estomágo, casi como si sintiera asco de presenciar esa escena.

Carrie nunca se le había acercado a Tom, no mientras estaba ella a su alrededor, por lo menos. Pero siempre supo que ella estaba detrás de su amigo. O de cualquier chico, en realidad. Sin embargo, no se podía imaginar a Tom con Carrie, besándola antes de susurrarle cosas lindas al oído mientras caminaban de la mano en el parque. Solo la idea le daba repugnancia.

Algo así como una ampolleta se prendió en la mente de ____ alarmándola por completo.

Lo que ella sentía no era repugnancia, eran los famosos celos... y no de los buenos.

Mi mejor amiga lesbiana (Tom Felton y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora