Mi mejor amiga lesbiana (Tom Felton y tu)

Capitulo 30

_____ simplemente se limitó a asentir levemente antes de que Tom tomará de su mano entrelazando sus dedos con los suyos para sacarla del lugar. Ella se encontraba más que nerviosa para lo que se venía, por fin hablarían de todo lo sucedido y espera que esta vez fuera de forma civilizada, es decir, sin gritos ni insultos porque ella no sabría como soportar escuchar a Tom de nuevo diciéndole miles de palabras dolorosas como esas últimas semanas que fueron las peores de su vida, más aún cuando sabía que se lo tenía muy bien merecido.

_____ esperaba que ese perfecto beso en la pista de baile significará algo y no fuera solo una forma de Tom para vengarse de ella haciéndole creer que todo estaba bien para luego dejarla botada sin nada.

No, Tom no era de ese tipo de chico. O tal vez sí, pero con ella no. O eso esperaba...

Tom hizo que se detuvieran en seco una vez que llegaron a las afueras de la escuela a un lado de las plantas decoradas especialmente para esta ocasión con flores y rosas rojas y blancas, y alguna que otra lucecita. Se veían hermosas, y ahora que Tom se encontraba frente a ella con un traje mientras ella vestía un hermoso vestido, ambos a la luz de la luna, se podría decir que era el momento perfecto de una pareja de enamorados. Lastimosamente lo que se venía no tenía nada que ver con eso.

—Tom... —susurró.

—Esta vez te dejaré a ti hablar, porque yo creo que sobre las mentiras y el engaño he dicho suficiente.—ella asintió y tragó en seco.

A pesar de que Tom estuviera tranquilo mientras sostenía ambas de sus manos con las de ella, ____ sentía aún como si él estuviera molesto y en cualquier momento la dejaría ahí, sola. Ella tomó un gran bocada de aire para comenzar a hablar.

—Ya te he dicho muchas veces que siento haberte mentido. Y sé que el que dijera que era lesbiana para que nadie intentará meterse en mis pantalones es una excusa poco creíble, la verdad es que...—desvió su mirada. Al fin le diría la razón por la que le mintió y eso la colocaba más nerviosa que nunca. ____ se obligó a mirarlo para seguir hablando— Conocía a los chicos como tú, de esos que van y abren las piernas de las chicas para luego nunca más dirigirles un simple saludo, y también me conocía a mí. Sabía que si no te mantenía lejos de mí, únicamente a ti, yo caería a tus pies.

Tom frunció el ceño antes de preguntar: —¿A qué te refieres?

_____ suspiró. Esto estaba siendo más difícil de lo que creía que sería.

—Tú eras el tipo de chico por el que usualmente me sentía atraída, y no quería salir de nuevo lastimada así que tuve que mentir y así tu te alejarías y yo no caería enamorada y con el corazón roto.

—Espera, dijiste de nuevo lastimada, ¿por qué de nuevo?

—Un chico como tú, con el que perdí mi virginidad a los 15 años, me dejó botada después de obtener lo que quería de mí. Y bueno, tenía miedo que tú me hicieras lo mismo.

—Pero yo, te aseguro, que no soy como ese chico —ella sonrió de lado.

—Lo sé, pero en ese tiempo yo no lo sabía. Y después cuando nos hicimos amigos preferí dejar las cosas así porque tenía miedo de que si decía la verdad todo entre nosotros cambiaría y me gustaba nuestra relación. Estaba feliz de que no termine enamorada de ti porque así tenía asegurado el que no saldría lastimada. Y de paso hice que ningún chico se me acercará a mí asegurándome más el que yo no tendría el corazón roto.

—¿Y ahora?

—¿Ahora qué? —preguntó ella confundida.

—¿Qué ha cambiado?

____ volvió a desviar su mirada esta vez para pensar bien lo que le diria. Podía decirle que nada ha cambiado y ella sigue viéndolo como un amigo aunque esa sería la mentira más grande de todas, o podía ser honesta y arriesgarse a salir con el corazón lastimado como la primera vez.