Mi mejor amiga lesbiana (Tom Felton y tu)

Capitulo 25

—¿Estas segura? —volvió su atención hacia Sebastián.

—Eso creo.

—Bien —se alejó de golpe.

—¿Estás molesto?

—Es difícil no estarlo, siendo honesto. Pero tengo algunas preguntas.

—Dispara.

—¿Alguna vez yo te gusté? —ell frunció el ceño.

—Claro que sí. Eres divertido, lindo, además de que no te molesta que te llene con mis problemas. —Sebastián desvió su mirada unos segundos antes de volver a fijarla en sus ojos.

—¿No existe ninguna posibilidad de que tú y yo...?

—Sebastián, no. No quiero hacerte daño por eso te lo estoy diciendo. Tom estuvo desde antes conmigo, me apoyo creyendo que era lesbiana y eso no todos los hacen, no me criticó ni me juzgo, me trató como cualquier otra chica. Bueno, no. Pero el punto es que él estaba antes que tú. Nosotros nos conocimos porque casi me entregue a ti de un momento a otro —él soltó una risa— Tom me llegó a conocer con palabras.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? Hasta hoy mismo, ¿por qué?

—Porque no encontraba el momento. Sé que es una excusa de mierda pero la verdad es que tenía miedo de que te molestaras y esto terminara mal porque eres un gran chico, enserio.

—No terminará mal. Si te preocupa el que me vaya y no te vuelva a hablar, despreocupate. No soy Tom, ____.

—Lo sé. Por eso estamos teniendo esta conversación.

—Bien, entonces creo que es un ádios.

—¿Estas enojado? ¿Estamos mal?

—Nah. —se encogió de hombros— Me gustas, en serio. Hace tiempo que no sentía esto, y creo que podríamos llegar a tener un gran futuro como pareja pero si tu no piensas lo mismo no te obligaré a que lo creas. Ahora creo que volveré a eso de ser barman y tratar de tirarme a las minas que se me lancen encima. —ella lo golpeó en el brazo.

—Procura que no sea lesbiana —dijo haciendo reír a Sebastián.

Se despidieron con un beso en la mejilla y unas sonrisas antes de que ella pudiera entrar nuevamente a su hogar. Soltó un muy gran suspiro. Un tema resuelto y salió mejor de lo que esperaba. Caminó hacia lo cocina en busca de algo para comer, prefiriblemente unas papas fritas o algo de comida chatarra además de una soda. Terminó por encontrar un paquete de Doritos y una Coca Cola para luego caminar hacia la sala de estar y sentarse en el sofá. Al fin podría relajarse un poco más que antes ahora que es tema de Sebastián estaba resuelto.

Cuando encendió la televisión ésta estaba en un canal donde estaban dando una película de amor, las cuales normalmente aborrecían a ____, en la cual habían dos personas dándose un beso mientras sonreían. Cuando se alejaron el le susurró un "te amo" junto con un "eres hermosa, la mujer más feminina y lista que he conocido". ____ hizo una mueca al escuchar la palabra "femenina" salir de sus labios, todo lo que ella no era. La chica de la película vestía un hermoso vestido floreado hasta un poco arriba de sus rodillas, llevaba el cabello tomado en un tomate con flores alrededor, unas sandalias y algo de maquillaje en su rostro. Si que era linda, y femenina como dijo el chico. Se preguntaba si podría alguna vez lucir así de hermosa, porque la idea le gustaba.

Una idea cruzó por su mente. Ya estaba resuelto lo de Sebastián ahora debería resolver otra cosa pero por su gusto. Aunque solo fuera por una noche, quería sentirse una chica linda y femenina y sabía a quien recurrir para ese tipo de cosas. A la mujer más "señorita" que había logrado conocer, la que sabía sobre modales y actitudes, la que era extremadamente perfeccionista, la que soñaba con verla con un vestido y que haría cualquier cosa para lograrlo. Su madre.