El baile de otoño se encontraba a tan solo una semana de su alcance y _____ no podría estar más nerviosa, no cuando iría con Tom. No había hablado con él desde ese incidente en el pasillo y todavía no lograba sacar sus palabras de su cabeza. "Él nunca te amará como yo lo hago". ¿En realidad la amaba o solo era su forma de vengarse por haberle hecho sufrir? Porque tal vez ese era su plan. Ilusionarla y luego botarla. _____ sacudió su cabeza. Tom no era así, por mucho que le hubiera hecho daño él nunca le haría eso. No a ella. Tal vez si a otras chicas pero con ella no. O tal vez... El sonido de la campana indicando que el último periodo había acabo impidió que _____ siguiera pensando para poder tomar sus cosas rápidamente y pasar a todos, prácticamente, empujándolos.
— ¡_____! —dijo una voz a sus espaldas llamándola antes de que pudiera llegar a la puerta principal. Ella soltó un bufido y se dio la vuelta.
—¿Qué quieres, Alfred? —preguntó con impaciencia— Tengo que irme de inmediato.
—Este... ¿no saldrás con nosotros? —él se rascó la parte trasera de su cuello demostrando lo incómodo que se sentía por la forma brusca en que ella lo había tratado. ____ sonrió de lado y se relajó, un poco.
—Lo siento —se disculpó— Pero tengo algo muy importante que hacer.
—¿Más importante que tus amigos? —preguntó haciéndose el ofendido.
—En estos momentos, sí. —Alfred abrió la boca haciéndose más aún el ofendido ganando un golpe por parte de _____ —¡Hey! Esta bien, nos vemos.
_____ se rió rodando los ojos mientras se despedía con un rápido beso en la mejilla de su amigo y corría nuevamente, esta vez, a su casa. Hoy era la cita con Sebastián y vaya que estaba nerviosa, ¿y cómo no estarlo? Cuando cruzó la puerta de su casa ignorando el saludo de su madre corrió por las escaleras hasta llegar a su cuarto. Dejo su bolso sobre la cama y se dirigió a la ducha haciendo un tiempo récord. Con una toalla en su cabello y otra en su cuerpo se quedó plantada en frente de su armario pensando en que debería vestir. No sabía si arreglarse o si simplemente vestir como siempre lo hacía. Pensando en lo que haría decidió vestirse como siempre. Unos jeans ajustados, sus convers preferidas junto con una remera de hombre color azul que le llegaba hasta las rodillas la cual anteriormente le había pertenecido a Rupert antes de que ella irrumpiera en su habitación como lo hacía con todos sus amigos. Dejo su cabello al natural, sin peinarlo ni nada y no se colocó ni un poco de maquillaje en su rostro, además no es como si lo tuviera.
Se miró en el espejo. Esa era ella. Desordenada y descuidada. La que maldecía en cada oración, la que golpeaba a todo el mundo, la que jugaba videojuegos hasta tarde, la que hacía una guerra de eructos junto s sus amigos, la cachonda, todo eso era ella. ¿Qué mierda veía Tom y Sebastián en ella? No encontraba la lógica. No era como las demás chicas bonitas de su escuela, no era coqueta, no hablaba adecuadamente, no hablaba de actores que amara, no era nada típica. Y definitivamente no era lo que los hombres buscaban. No tenía mucho pecho ni trasero, no tenía un cuerpo otorgado por los dioses, así que seguía sin entender lo que le veían.
Hizo una mueca ante el espejo. Ni siquiera tenía un bonito cabello. Todo era desordenado y lleno de nudos por no peinarse nunca.
El timbre de la puerta la hizo volver a la realidad.
—¡Yo abro! —gritó volviendo a correr por las escaleras hasta la puerta. Una vez que abrió se encontró con un sonriente Sebastián.—Hola.
—Hola. ¿Estás lista?
—Claro, vamos.
Al final no lo llamó como dijo que lo haría, ni siquiera pensó en cancelar la cita que tenían para hoy y esperaba que no fuera una mala desición.
Cerró la puerta detrás de ella y siguió a Sebastián hasta su auto para subirse en él no sin antes dedicarle un grito a su madre diciendo que saldría por un rato. La cita transcurrió bien, no hubieron problemas pero _____ seguía inquieta. Sebstián trató más de una vez tomarla de la mano o besarla pero ella de una forma u otra lograba esquivarlo sin encontrar el momento adecuado para lo que tenía en mente. _____ le explicó a Sebastián toda la situación de Tom, ignorando los detalles de sus sentimientos y los de él, de cómo se habia enterado y cómo había reaccionado él junto a sus demás amigos. Trato de no hecharle la culpa a Sebastián por haberla mensajeado ese día, pero no podía porque todo eso no hubiera sucedido así si ella no le hubiera mencionado antes a Tom la verdad.
—Así que... ¿ya no eres lesbiana? —ella rio ante su comentario. Ambos estaban de vuelta en la puerta principal de su casa cuando ya era la hora de la cena. Habían pasado toda la tarde en una de las ferias de la ciudad y si no volvían antes de que anocheciera su madre la mataría. Más si le decía que no estaba con Tom.
—Nop, Soy totalmente heterosexual.
Ambos rieron. Sebastián se colocó en frente de ella y dirigió una de sus mano hasta su mejilla acariciándola lentamente haciendo que ella se colocara tensa. Sabía que quería besarla, lo sabía y el que se estuviera acercando lentamente hacia ella mientras miraba sus labios lo afirmaba. Dio un paso hacia atrás alejándose de él. Sebastián soltó un gruñido.
—¿Qué sucede?
—¿A qué te refieres? —dijo mirando hacia otro lado distraidamente.
—No me vengas con eso, ____. Todo el día me has esquivado cada vez que quiero tomar tu mano o besarte, dime ¿sucede algo malo? —su mano tocó su menton haciendo que ella lo mirara fijamente.
—Tom me dijo que me ama —soltó de golpe.
—No me sorprende. Pero, ¿qué tiene que ver eso? —ella tomó una gran respiración.
—Que creo que yo también lo amo —en el momento en que ella dijo esas palabras se escuchó un sonido en los arbustos para luego ver como un perro comenzaba a salir de ahí corriendo y ladrando. ____ fruncio el ceño. Desearía ser ese perro y simplemente salir corriendo.
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Mi mejor amiga lesbiana (Tom Felton y tu)
Teen Fictionprólogo. _____ y Tom han sido mejores amigos desde que ella se trasladó a Stanford hace unos meses atrás. Lo que Tom no sabe, es que _____ le esconde un pequeño secreto. Ella le dijo que era lesbiana de modo de poder lograr que los chicos se alejara...