Mi mejor amiga lesbiana (Tom Felton y tu)

Capitulo 20

_____ alejó su mirada de su celular para mirar en la dirección en que se encontraba Tom pero él ya no se encontraba allí. Ella frunció el ceño. Hace dos segundos se encontraba sentado y ahora la mesa se encontraba totalmente vacía. Apreto sus labios y dirigió nuevamente su mirada a su celular mientras los chicos seguían conversando de quién sabe qué, ella claramente no estaba colocándole ni un poco de atención a su conversación estaba concentrada en los mensajes que le llegaban de Sebastián.

"¿Nos volveremos a ver?"

Se mordió el labio y lo pensó unos segundos.

¿Volver a ver a Sebastián? ¿Acaso era una buena idea? Después de todo lo sucedido, dudaba de que lo fuera considerando que gracias a él le había hecho un gran daño a la única persona que le importaba más que su vida. Bueno, no podía culparlo a él porque al final todo comenzó con su "pequeña" mentira. Y volvemos al sentimiento de culpa.

—_____, ¿qué sucede? —le preguntó Rupert preocupado al ver lo pálida que se encontraba su amiga.

Ella simplemente no podía ignorar esa presión en su pecho, no mientras Tom no la perdonará y la viera como una mentirosa. Aunque claramente eso es lo que ella era, una jodida mentirosa. Jugó con su confianza y sus sentimientos, justo como lo habían hecho con ella unos años atrás. ____ sabía perfectamente que si la situación hubiera sido al revés ella ni siquiera pensaría en perdonar a Tom, pero tenía la esperanza que él si lo hiciera con ella. Esperaba que lo hiciera.

—Nada—contestó sabiendo que ninguno de sus amigos le creía o eso demostraba sus expresiones de incrudibilidad— Es solo que no me siento bien.

—¿Por Tom no es así? —le preguntó Alfred a lo que ella asintió con la cabeza gacha.

—Joder, ____ —exclamó Daniel— Ya no hay nada que hacer, solo esperar a que Tom se traquilice un poco para que por lo menos puedan hablar. Te recomiendo que tú también te calmes y pienses en cualquier otra cosa que te distraiga.

—Estoy de acuerdo con Daniel, deberías salir con nosotros a alguna parte —dijo Alfred. ____ hizo una mueca.
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—Los quiero chicos pero salir con ustedes me va a recordar los viejos tiempos en los que saliamos con Tom.

—De acuerdo, no salgas con nosotros. Pero has algo para distraerte, la solución nunca será deprimirte como una chica —dijo Daniel haciendo que ella alzara ambas cejas— Tú siempre serás un chico más para mí, siempre lo fuiste y nada cambiará eso.

—No sé si tomar eso como un cumplido o no —dijo riendo.

—Es un cumplido —confirmó Rupert— Ya sabes como es Daniel, nunca sabe hacer buenos cumplidos cuando no son para que alguien se meta en su cama.

—Hey —exclamó Daniel.

—Daniel, a mi me dijiste que mis pantalones ajustados hacían que mi polla se viera más grande tratando de que sonara como un cumplido—dijo Rupert mirándolo con una ceja alzada. ____ y Alfred no pudieron evitar reirse a carcajadas mientras que Daniel fulminaba con la mirada a su novio con algo de rubor en sus mejillas.

—No quiero saber nada más —dijo ____ tratando de controlar sus risas.

—Sí, ____ y yo no queremos saber que clase de cumplidos te dice Daniel, Rupert —él se encogió de hombros.

Después de eso hubo un silencio que duró unos segundos antes de que todos se miraran y se echaran a reír.

_____ se relajó un poco y miró con ternura a sus amigos. Agradecía que la perdonaran de inmediato porque no sabia que hubiera hecho si ellos estuvieran igual de molestos que Tom con ella, no lo podría soportar. Ella amaba a esos idiotas con sus estupideces que siemore le sacaban una sonrisa. Y ellos tenían razón, debía salir y relajarse un poco en vez de deprimirse. Cuando estuviera más tranquila iría y hablaría con Tom, claro, si él no lo hace primero lo cual no es muy probable que suceda.

Tomó su celular entre sus manos y contestó el mensaje de Sebastián.

"Necesito una distracción, así que, cuando quieras"

Esperó unos cuantos minutos hasta que escuchó la campana que indicaba el regreso a clase un poco decepcionada de que Sebastián no le haya contestado. Todos tomaron sus bandejas y las limpiaron antes de dejarlas donde correspondía e irse cada uno por su lado hasta sus respectivas clases. _____ tenía biología y conociendo al porfesor podría retrasarse unos minutos ya que considerando de que era un señor viejo y lento apenas la reconocía con sus lentes así que no corría ningún tipo de peligro llegando tarde lo cual le sirvió pues cuando iba caminando en el pasillo directo hasta el salón su celular comenzó a vibrar en uno de sus bolsillos traseros. Lo tomó entre sus manos viendo el número y se mordió el labio eligiendo entre contestar o no.

Te recomiendo que tú también te calmes y pienses en cualquier otra cosa que te distraiga, pensó en las palabras de Daniel antes de contestar.

—¿Sebastián?

—Hola, linda —se escuchó su voz ronca al otro lado de línea. ____ sintió como él sonreía.

—Sabes que conmigo no funcionan esos cumplidos —él rio.

—Seguiré intentándolo hasta que funcionen —____ rodó los ojos. Sebastián se aclaró la garganta antes de decir: —Así que, ¿necesitas una distracción? —ella hizo un sonido de asentimiento—¿Sucedió algo malo?

—No quiero hablar de eso, Sebastián —susurró casi suplicándole. El tema claramente la tenía harta, lo único que quería era olvidarse de lo mentirosa y mala persona que era y de el hehco de que había perdido a su mejor amigo por unos segundos.

—Entiendo. Entonces, ¿viernes después de clases? —ella sonrió agaradeciéndole internamente el que no siguiera preguntando además del cambio de tema. Sebastián no era la persona más indicada para hablar sobre lo que sucedió con Tom.

—Claro, me encantaría.

—¿Te importa si te voy a recoger? Salgo temprano ese día —hizo una mueca. La idea de Sebastián llendola a recoger un día de escuela donde todos estarían viendolos, ya que todavía no sabían que ella no era lesbiana, además de que Tom podría llegar a verla con el chico que se estuvo besando a sus espaldas mientras le juraba que amaba a las chicas... no, no le agradaba esa idea para nada.

—No creo que sea una buena idea, la verdad.

—¿Por qué?

—Solo no es una buena idea, Sebastián —dijo ella con voz firme para darle a entender que nada de lo que dijera cambiaría su opinión— Mejor recogeme en mi casa después de clases.

Como solía hacerlo, cortó la llamada sin esperar una respuesta por parte de Sebastián antes de correr hacia el salón de biología sin saber que Tom había escuchado toda su conversación telefónica escondido a unos metros detrás de ella.