Cap 12

129 14 0
                                    

Jin me había dejado ir con la única condición de que le contara todo lo que había pasado.

Lo hice, cada detalle.

¿No piensas demandarlo?

¿Qué ganaré con hacerlo? Es el hijo del presidente, aunque tenga la razón... no le harán nada. Y si lo cuento puede ser peor el remedio.

¿Qué harás?

Resistir, no creas que me dejaré matar. En cuanto encuentre una brecha... encontraré la manera de largarme.

Entré a la casa y recibí la inesperada visita del pequeño engendro. Estaba sentado en el mueble y al verme, no mostró ningún signo de interés.

—¿Ha que hora saliste? Son las seis de la mañana— no miraba mi rostro al estar concentrado en el televisor.

—¿Qué te pasa?¿Primero me haces ésto y después actúas como si nada?

—De qué...— se dió la vuelta y miró mi rostro golpeado— ¿Te liáste a golpes con alguien?

—Ésto es increíble. ¿No te acuerdas de nada? Llegaste y comenzaste a golpearme hasta dejarme así. Y otra cosa ¿Te acuerdas la noche que lo hicimos?

—No, estaba borracho y tú también lo estabas. Quedamos en que se quedaría en el olvido.

—¿Qué crees? Estaba embarazada...

—¿Qué? Pero... dijiste estabas, éso quiere decir que ya-

—No lo estoy, gracias a tus malditos golpes tuve un aborto y casi muero— Cada palabra parecía no afectarle en lo absoluto. Continuó sin más viendo su estúpida serie en la televisión.

Subí las escaleras— Estúpido inepto e insensato— susurré mientras caminaba a mi habitación. Necesito reposo, tendré que contratar alguna chica para que me atienda en lo que estoy así.

[...]

Ya habían pasado varias semanas, y los maltratos seguían presentes. Me había recuperado ya del aborto, pero Jin me dijo que tendría consecuencias más adelante.

Me encontraba en casa, tranquila, aburrida y sola. El hijo de puta no estaba presente. No tenía ni la menor idea de lo que haría en todo éste tiempo. Decidí llamar a Jin, para poder salir un rato y pasarla bien.

—¿Diga?— contestó la llamada, por su voz, estaba atareado.

—Hola Jin— contesté alegre.

—Hola linda— respondió con una voz alegre al escuchar mi voz.

—Quería saber si, podías salir conmigo a tomar un helado.

—Oh, lo siento. En cinco minutos tengo una reunión, ¿Crés que podría ser dentro de 30 minutos?

—Claro, entiendo. Eres el director, tienes tus problemas. Pero si, dentro de 30 minutos está bien.

—Entonces espérame ahí, en treinta minutos salgo a buscarte.

—No tienes que venir, yo puedo ir en auto.

—No me contra digas señorita. Pasaré a buscarte en mi auto.

—Ya te dije que yo puedo-

—¡Y yo te dije que irás en mi auto!

—Ya está, ya está, en tu auto. ¿30 minutos no?

—Si. No tardaré.

Colgó y suspiré, era muy difícil contradecirle cuando escogía algo. ¿Qué se supone que haga en 30 minutos?
Miré mi celular y busqué su contacto. Le miré detenidamente al número mientras sonreía.

Soy Infiel || ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍɪɴ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora