Cap 6

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La verdad, estar cerca de él era lo mejor que tenía el día. Creo que eh encontrado mi cafetería favorita. El tiempo se volvía oro, y mientras más hablábamos más ocupado se volvía.
Mi celular suena sacándome de mi trance mientras le miraba trabajar, contesto distraída—¿Si?— suspiré.

—¿Cuándo piensas salir? He estado aquí afuera demaciado tiempo— quité el celular de mi oreja para mirar por la ventana. El auto de mi madre se encontraba estacionado afuera de la cafetería— ¿Estás siguiéndome?—esto comenzaba a enfadarme.

—Sólo sal, no tenemos todo el día. Es hora de ir a comprar tu vestido— rodé mis ojos.

Dejé el dinero sobre la mesa, pero al ver que él estaba ocupado no quería interrumpir. Simplemente salí sin despedirme.
Entré al auto de mi madre y le miré fijamente— ¿Por qué me sigues?

—No tengo ni la menor idea de lo que hablas, tu padre me dijo que estabas aquí así que vine a buscarte. Tenemos poco tiempo. Ya faltan cinco días para la boda y hay que preparar todo—arrancó el auto y simplemente crucé mis brazos. Alguien me explicaría lo que estaba pasando aquí al llegar a casa—Eliz, ya no eres una niña. Estás comprometida con el hijo del presidente y tienes que actuar con tal responsabilidad...

—¡Es una responsabilidad que no pedí¡ Ya estoy cansada de que hagan con mi vida lo que quieran. Te diré algo mamá, voy a casarme con ese chico, si... pero eso no significa que estaré con él para toda mi maldita vida. En cuanto encuentre una brecha, me divorcio y encuentro al hombre que en realidad me ame. Ésa es mi palabra... y pretendo cumplirla aunque sea la última cosa que haga.

[...]

—Te queda hermoso, llevaremos éste—mi madre le hablaba a las encargadas del vestido. Terminamos y fuimos a casa. Ninguna de las dos habló en el camino así qué se volvió un poco incómodo. Al llegar me topé con la hermosa sorpresa de que mi padre el gran Jon's Dithyn, había traído a casa al presidente y su engendro.

—Ya han llegado, ¿Por qué tardaron tanto?—se veía tan falso mientras hablaba tan educadamente frente al presidente que la sangre comenzó a hervir en mi interior.

—Pequeños problemas para escoger el vestido, todos estaban hermosos. Pero ya estamos en casa, ¿Cómo se encuentra señor presidente?—se inclinó ante el presidente, odiaba tanto que mi madre sea humillada frente a un extraño.

—Si nos hubieras avisado de que vendrían no hubiéramos llegado tarde— noté cómo la mirada de mi padre se endureció y el engendro me miró con una sonrisa ladeada. Es la primera vez que lo veo con los ojos en la realidad y no en su celular hablando con Jennifer López.

—Disculpe a mi hija, es un poco terca—seguro él no lo es.

—Me iré a mi habitación, no soporto éste ambiente— a punto de subir las escaleras la voz del presidente me resonaba en los oídos

—¿Por qué no te llevas a Yoon Gi?. Tal vez puedan ir conociéndose y llevándose bien antes del matrimonio.

Estás de chiste, jamás me llevaré bien con éste idiota.

—sonreí falsamente— Claro, vamos Yoon Gi— en cuanto giré mi cara mi rostro de pocos amigos volvió. Solamente con subir las escaleras y desaparecer en los pasillos, me giré sobre mis talones y le hablé a aquel engendro.

—Escúchame bien engendro, no quiero tener problemas contigo. Sólo me caso por mi padre. Pero creeme, en cuanto tenga una oportunidad me separo de ti y me iré de ésta casa. No quiero ser una garrapata pegada en tu vida ni tampoco quiero que seas una en la mía. ¿Entendido?—el chico me miró por unos segundos y mostró una sonrisa ladeada

—¿Engendro?—comenzó a reír— No es tu mejor nombre—

Ah mira, no era mudo.

—No creas que vas a entrar en mi habitación, lárgate mejor al baño a escribirte con Jennifer López antes de que pierda las riendas de la situación y yo misma te saque a patadas de aquí.

—Me gusta tu actitud— fue lo último que dijo antes de desaparecer por los largos pasillos de la casa.

Mientras más pasaba el tiempo más incómodo se volvía la presencia del chico en mi casa. Al fin llegó una de las empleadas en busca del engendro para que por fin se fuera de mi maldita madriguera y se largara a la suya.
Me despedí de los dos y me senté en el mueble, no tardó mucho para que mi padre se sentará frente a mi a interrogarme.

—¿Y bien?—miré a todos lados y me señalé—¿Yo?—asintió con su cabeza—Cómo te fue con el chico, qué te contó—parecía interesado en saber mi “conversación fantasma” con el engendro.

—Pues, qué te puedo decir. Le encanta mucho la naturaleza, es muy amable conmigo y me encanta— admiré una sonrisa en su rostro.

—¿Ves cómo no era tan mal-?—ni siquiera le dejé terminar cuando le interrumpí.

Qué... ¿Creías que iba a ser así? No lo creo. Es el peor prometido que me hayas podido encontrar en el maldito país.

Al parecer, esas palabras le afectaron. Sin demora alguna me levanté y me fui a mi cuarto. No quería escuchar sus quejas. Solamente quería dormir tranquila y pensar que todo ésto era una pesadilla y solamente debía despertar de ella.
Pero aunque quisiera, sabía que ésta era mi realidad, mi maldita realidad.

¿Qué harás ahora?

¿Ahora? Solamente queda tratar de sobrevivir en éste mundo y buscar mis propias respuestas. No puedo hacer nada más que quedarme viendo hasta que encuentre la razón por la que debería de luchar.

“Él”

Continuará

Soy Infiel || ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍɪɴ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora