Cap 14

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Simplemente continuó besándome después de decir ésas palabras, las cuales, posiblemente olvidaría mañana debido al gran tóxico de alcohol al cual mi cuerpo era sometido.
El deseo de ambos al parecer no tenía ni la más mínima intención de desaparecer. Lentamente me recostó sobre su cama sin dejar de besarme. Pasó sus manos por todo mi cuerpo mientras acariciaba mi sensible piel la cual se erizaba al sentir el tacto de sus manos.

Me abrazó para poder bajar el cierre de mi vestido y con cada movimiento lograba acelerar mi corazón. Terminó por quitar el estorbo por completo y dejarme en ropa interior, accedí a quitar su camisa la cual estaba mal abotonada.
Observé su torso bien marcado mientras mordía mi labio inferior.

—Acudes mucho al gimnasio— acaricié si vientre.

—Siempre me importó lo que otros dijeran de mi apariencia. Finalmente conseguí éste cuerpo sexy que vuelve locas a las chicas.

—señalé mi persona— Para mi, tengas o no cuerpo atlético sigues siendo atractivo.

Mostró una sonrisa antes de seguir besando mis labios. Continuamos en el proceso de exitación hasta que finalmente nos cansamos y pasamos a la fase de práctica, ya que ninguno de los dos al parecer, quería detenerse ahora.
Quitó sus pantalones dejando a la vista su erección marcada que a mi punto de vista, dolía.

Desnudos finalmente, posicionó su cuerpo sobre el mío, colocando sus manos a los lados de mi cabeza. Miró atentamente mis ojos mientras besaba una vez más mis labios, y así, de una forma única, logramos ser uno solo.
Sus movimientos, jadeos, todo de él me encantaba. Es en éste momento en dónde me doy cuenta de que acababa de morder mi manzana prohibida.

[...]

Un rayo de luz impactó contra mí cara provocando ciertas molestias e incomodidades debido a la falta de oscuridad a la cual estaban acostumbrados mis ojos.
Me levanté lentamente para observar mi cuerpo desnudo sobre una fina tela color blanca de ceda. La puerta de la habitación es abierta para inmediatamente mostrar la imagen de cierto chico rubio cuyo torso estaba al descubierto.

Mis fosas nasales son inundadas por el delicioso olor de huevos con tocino y un vaso que al parecer era de jugo. El chico se acercó a mi, y suavemente besó mis labios. ¿Sabes quién es?. Claro que lo sé, es la persona que acaba de cambiar por completo mi mundo.
Mi cabeza dolía, no lo podía negar. Estaba tan confundida, que Jimin rápidamente acudió a hablarme.

—No recuerdas nada de lo que pasó anoche, ¿verdad?— negué— Yo tampoco, pero al juzgar por la situación... es más que obvio saber lo que pasó. Amanece y estamos los dos juntos abrazados sobre una cama, desnudos, en mi casa.

—Tuve que beber demaciado como para olvidar lo que pasó anoche— un ligero dolor de cabeza azotó mi cuerpo e imágenes de la anterior noche no tardaron en mostrarse.

Mi cara se tornó de un color rosado mientras recordaba cada movimiento, palabra o sentimiento que viví con él— Creo que has recordado algo, tu cara no es exactamente la de una recién levantada— comenzó a reír.

—Oh, dios mío. ¿Hicimos todo éso?

—Yo lo volvería a hacer.

—¿En serio que si? Ah... tengo... algo importante que decir.

—Te escucho.

—Mi nombre, ¿aún quieres saberlo?

—Si supiera tu nombre las cosas fueran más simples entre nosotros. Quiero saber quién es la chica que logró captar mi atención.

—Escucha, no soy precisamente la chica amada por todos. No quiero que al saber mi nombre dejes de pensar que soy una persona por la que vale la pena luchar. Quiero que me ames por lo que soy y no por quién soy.

—acercó su mano a mi cara para acariciarla suavemente— Creo que te equivocas, no soy ese tipo de persona. Jamás juzgaría a alguien por su familia, genero o su estado social. No importa si eres pobre, te amaré y llenaré de riquezas tu vida, y si eres rica, te haré saber el verdadero valor que tienen las personas. Aunque por lo que me dijiste hace tiempo, de que vivías en la mansión Young-Gul, es más que obvio que eres de un estatus social muy diferente al mío.

—Sólo quiero que alguien se preocupe por mí de verdad y no por el dinero— bajé mi cabeza avergonzada.

—No te obligaré a nada, es tu decisión si me quieres decir o no tu nombre. Puedes tomarte tu tiempo, mientras, te llamaré “gordita” apretó mis cachetes—... te quiero.

Éste día no podía ser mejor, el chico que me gustó finalmente está acostado a mi lado mirando la misma tele, compartiendo la misma cama y comida. ¿Qué podría salir mal?

—gordita, tengo que salir. ¿Quieres acompañarme?

—¿Quieres que salga con tu abrigo y con tan poca ropa y que me miren todos en la calle?— le miré esperando una respuesta de su parte qué, no tardó en llegar.

—Pensandolo bien, prefiero que te quedes aquí. No se que sería de mi si algún chico te mira o habla estando junto a mi, me volvería loco.

Ambos reímos para rápidamente levantarme y abrazarlo— Regresa pronto, no quiero quedarme sola— abrazó mi cintura mientras escondía su cara entre mi cabello desordenado.

—No te preocupes, estaré aquí lo antes posible— besó mis labios para despedirse de mí y salir del apartamento para una vez más, quedarme sola.

—No permitiré que nada ni nadie arruinen éste día, desde que empezó ya a sido muy bueno y pretendo que acabe siendo mejor— observé la casa, muy limpia para ser el lugar de hospedaje de un chico.

Mi celular comenzó a sonar con un tono que cada vez que lo escuchaba, si había una sonrisa, se borraba. Lograba desconcentrarme de todo lo que estaba haciendo.

Llamada de
Jon's Dithyn

Contesté como si estuviera sentada en la playa relajándome tomando una cerveza y mirando mis críos correr y jugar con su padre Jimin, perdón... se me fue el hilo de la charla.

—Hola— mi voz salió fría.

—¿Qué tal vas con Yoon Gi? No tengo quejas, supongo que te estás portando bien.

—Lo dices como si me hubieras dejado con una persona a la que no conozco y estuvieras en otro lugar que no es el que deberías estar. Oh, espera, es así— contesté indignada ante sus palabras.

—Supongo que estás bien, quiero hablar con tu marido.

—Llámalo a su celular, porque el mío está ocupado.

—Eliz, quiero hablar con él. ¿Dónde está?

—Me lo preguntas cómo si supiera, el echo de que llevemos un anillo de pareja no significa que lo seamos. No tengo ni la más mínima idea de dónde pueda estar ése idiota.

— ¡Gordita, ya vine!

Joder, ahora sí estoy jodida.

Continuará

Soy Infiel || ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍɪɴ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora