—¿Es qué antes no te amaba?
—No sé, dímelo tú.
—Chris, esto es confuso yo...yo ayer tenía apenas 21 años, tienes que creerme...Se que es una locura pero más para mí
—Ya mi amor no hables, seguro es el estrés de embarazo o algo
—¿Y eso explica por qué no recuerdo nada? porque no recuerdo nada desde la noche que me acosté partiendo el año 2018.
—No, no lo sé, amor pero no quiero pensar que estás loca, no quiero
—¿Y si lo estoy? Tengo tantas preguntas.—Dije poniéndome en pie.—No se si el sueño es esto o tal vez mi vida anterior. No se que hago aquí, no se cuándo me casé, ni como fue, no se como nos conocimos y nos hicimos novios, ni siquiera sé cuándo hicimos; el amor.—Dije sonrojada.—ni siquiera sé hacerlo y tener hijos, lo sé únicamente por documentales de clase, jamás he dado a luz y menos he estado embarazada y ahora se supone que lo estoy sin saber ni siquiera como esta en mi vientre, quiero ver a mis padres; ahora.—Supliqué al ver que él no decía ninguna palabra, pero de pronto su cara palideció y sentado en el suelo se apoyó en la puerta sin mirarme.—¿Qué ocurre?.—Dije asustada, no me gustaba esa reacción.
—Cariño, tus...tus padres...tus padres...
—¿Mis padres qué?.—Grité con desesperación notando como lágrimas se acumulaban de nuevo en mis ojos.
—Tus padres murieron.—De pronto el mundo se me vino abajo, comencé a recordar todas aquellas veces que dije que eran unos pesados, que ojalá no existiesen y me arrepentí con toda mi alma, en ese momento no pude seguir conteniendo mis lágrimas.
—¿Cómo?.—Dije temblando.
—En un incendió; tu madre cocinaba y se olvidó de apagar el fuego o eso es lo que los bomberos creyeron. Tú no estabas en casa y cuando volviste solo quedaron cenizas...—Yo no respondí y fui dejándome caer a su lado apoyada en la puerta al igual que él.—Ese día anule una presentación con Renato, fue cuando nos conocimos; con solo verte supe qué no tenía que separarme de ti, que eras la indicada...—Entre tanto llanto, lo que me hizo sacar una pequeña y mínima sonrisa fue cuando el pequeño Simon apareció vestido con su uniforme y su mochila roja, Chris me beso la mejilla y me ayudó a levantar.—No tardaré en volver, luego arreglamos todo; estate tranquila ¿Ok?.—yo solo asentí.—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo...
—Ahora.—Dijo agarrando en brazos al pequeño y acercándolo a mí, el niño me sacó una sonrisa con un beso en la mejilla y sin tener motivo, ya que era mí hijo, me hizo ruborizar.—un beso para el pequeño campeón, y otro para el mejor.—Dijo dejando a el niño en el suelo y besándome de nuevo esta vez de pies, diferente a la anterior, esta vez le permití rodear mi cintura con confianza y que acariciase mi mejilla y barbilla—Nos vemos luego,amor...y espero que vestida o podría haber un delito aquí
El niño abrió los ojos curiosos y yo me quedé de piedra, ¿A que se refería con aquello?
Chris salió de la casa con Simon y yo me quedé en la puerta hasta que vi como el auto se alejaba y luego la cerré, esto era una locura.
¿Por qué pedí ese maldito deseo?
¿Por qué se me cumplió?
Ni siquiera tenía a mis padres para refugiarme; estaba sola en esto y si no seguía la dirección que todos llevaban me llevarían a un manicomio o a algún lugar peor, después de llorar hasta desahogarme y ya creer no tener mas lágrimas subí de nuevo las escaleras principales desganada, tenía que afrontar aquello quisiera o no.
Entre a la misma habitación de la que hace unos momentos había salido y la observé con cautela; era realmente de mi gusto, mire los armarios que habían, dos, me acerque a ellos y mire cada uno hasta que vi la ropa de mujer, la que ahora sería mía.
Me asombro ver que seguía tan moderna, pero no me tomé mucho tiempo eligiendo ya que temía que Chris volviera y aún estuviera así, abrí la otra puerta que tenía la habitación y como esperaba era el baño, cuando entré me duché con agua fría y me vestí con tanta rapidez que ni yo misma me reconocía, agarre el primer peine que vi y me recogí el pelo con un moño que vi sobre las toallas, cuando abrí la puerta lista para recibir a "mi marido" algo falló mis piernas se debilitaron, y él estomago parecía revolverse golpeando hacía abajo y de nuevo hacía arriba, no sé en que momento caí pero cuando logre recobrar el control estaba sentada en el suelo hundiendo mi mano en mi barriga, mientras apretaba los dientes aguantando aquel dolor infernal de pronto me levanté lo más rápido que pude con el poco equilibrio con él que me encontraba y me metí de nuevo al baño para luego vomitar, mi cara era pálida, me quedé allí de rodillas unos segundos intentando recobrar el sentido, aquello era normal, si mal no recordaba; estaba embarazada, ¿No? De pronto la piel se me erizo
¿Y si aquel sueño no acababa?
¿Y si Chris me obligaba a ejercer como mujer?
¿Y si llegaba al momento del parto? ¿Cómo lo haría?
¿Cómo?
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Careful what you wish 1 ᶜʰʳⁱˢᵗᵒᵖʰᵉʳ ᵛᵉˡᵉᶻ
Romance"Los deseos son el primer paso para que suceda la magia"