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—Basta con una sonrisa.—Dijo él dándole paso.

El suelo estaba lleno de pétalos de rosa. La chimenea encendida desprendiendo calor, daba una sensación acogedora a la pequeña cabaña. Y la mesita frente a ella con todo preparado, y una rosa en medio le daba el toque perfeccionista que solo Christopher tenía.

—Te debo más que una sonrisa.

—No se mira el precio de un regalo, amor.

Ella solo entró observando cada detalle de aquella casita sacada de un cuentos de hadas. En silencio y con emoción, tocaba la decoración.

—Es nuestra.—Dijo en voz alta y luego se giró. Pudo observar a Christopher levantando la silla. Ella caminó hasta él y se sentó.

—¿El qué es nuestro?.—Preguntó él colocándose frente a ella.

—Esto, antes dijiste es completa y únicamente tuya, pero no es cierto, también es tuya

—Cariño, todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío.

—Esto es increíble Chris, de verdad no sé qué decir.—él extendió la mano para acariciar la de ella sobre la mesa.

—Comamos primero, y en la habitación discutimos como me pagas.—dijo pícaramente y ____ rio tímidamente

—Es que me siento mal, tú me compras una casa de cuentos de hadas y yo...—se detuvo para sacar la caja con la esclava de su bolso—...solo te compro esto.

Ella estiró la mano y Christopher agarró la caja para luego tirar del lacito y abrirla. Dejó la tapa a un lado y en silencio sacó la esclava. Leyó lo del frente y girándola se percató de lo de atrás, al principio no lo comprendió pero no tardó en hacerlo, aun así no hizo comentario, si no que alargó la mano y la puso sobre de esta

—¿Me la pones?

—¿Te gusta?.—Dijo insegura.

—Es mucho mejor que una casa.—

—No exageres

—Por favor ___, todo lo que venga de ti me gustará siempre, siempre y siempre.

—Si lo dices así;a mí también me gusta todo lo que venga de ti.

—Entonces ya no hay problema

—Sí.—Dijo ella volviendo a sonreír y atándole la esclava. El recogió el brazo y se la miró puesta varias veces. ____ no pudo evitar reír

—Te queda muy bien

—Por favor, a mi todo me queda bien.—Dijo con un tono de superioridad a la que ____ no se pudo contener y comenzó a reír a carcajadas, al igual que Christopher. El resto de la cena fue así, risas, sonrisas y miradas que lo dicen todo. Caricias, palabras; nada podía ser más perfecto, lástima que no todo es color rosa.

Careful what you wish 1 ᶜʰʳⁱˢᵗᵒᵖʰᵉʳ ᵛᵉˡᵉᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora