Capítulo 12

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Me mamé. Comencé esta historia en el 2015 y aquí seguimos. JAJAJA. 

Ah...

Todas las personas que siguen leyendo esto, se merecen el cielo. 

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Capítulo 12

Carrera...


-Mi reina...-Intentó explicar Arthur, pero antes de siquiera pronunciar una palabra más,  fue abofeteado.

-Son todos unos sucios piratas. -Cada palabra iba cargada con un desprecio genuino que, a boca ajena, tenían un sabor tan amargo como la sangre.

La tensión definitivamente no era poca cosa, un poco más y uno podría verse en aprietos por sofocamiento. Pero, por favor, eran piratas, cortejar a la muerte era cosa de todos los días. Já. Y aún así, ver a aquel que miraban como su capitán siendo humillado todo el día, era algo que dolía profundamente en el orgullo. Sentías la necesidad de protegerlo, pero ¿Cómo protegerlo de la misma reina?

Arthur a simple vista podía uno decir que era un hombre orgulloso, arrogante incluso. ¿Cómo no podría esto afectarlo? Tras pensarlo un momento desde ese punto de vista, al ver esa espalda tensa y el trato que sus superiores le daban, aquella imagen de esa dolorosa herida en su espalda que anteriormente te habías encargado de cuidar... ¿Sería posible que esa herida fuese provocada por estas personas frente a ti y no precisamente una violenta batalla?

La mirada de la reina se suavizo un poco, pero solo un poco, antes de continuar hablando con este tono no muy lejano al tono que utilizaría una madre preocupada.

-No me gusta tratarte así, Arthur. Por favor, solo te pido que hagas las cosas de la manera correcta. 

La manzana de Adán de Arthur se movió arriba abajo y sus labios se apretaron en una fina línea que protegía su temple que, una vez más, estaba por romperse.

-Yes, my lady...- Satisfecha, la reina sonrió. Después, aunque fue por un leve momento, su mirada se posó sobre ti y sobre Finian. Un escalofrío recorrió tu espalda y tu mirada se agudizó para verse en alerta, pero la reina no se inmutó, se dio media vuelta y salió airosa de aquél salón dejando tras de sí un nudo de, tal vez miedo o tal vez de ira, en ustedes. 

Arthur se puso en pie y se quedó ahí un momento tragándose el ego antes de poderlos ver al rostro, pero ¿podría hacerlo después de eso?

-Capitán...

-¡Cállate! -Gruñó como un perro a punto de mostrar los dientes Su voz tembló ligeramente, pero aún así, pronunció:-...No digas, ni una sola palabra...- Él estaba de espaldas a ti, pero, podías imaginar un rostro rojo invadido por la vergüenza y unos ojos inyectados con sangre por la rabia de la impotencia.

Finian se tragó sus palabras. Arthur elevó su rostro y respiró hondo tratando de recuperar su porte. Observaste cómo llevó una de sus manos a su rostro donde, seguramente, estaría presionando con frustración el puente de su nariz. Hasta ahora, Arthur no había mostrado un lado tan llamativo (por llamarlo de una forma) siempre se mostraba como alguien cerrado, pensante o pedante, pero, justo ahora, él lucía de alguna forma tan... vulnerable. 

Respiró hondo una vez más antes de darse la vuelta, su ojos verdes decididos, sus espesas cejas contraídas. 

-¿Aún están dispuestos de darme su lealtad?... -Finian se relamió los labios y suspiró antes de mirarlo directamente a los ojos, desafiándolo, buscando respuestas. 

capitán (InglaterraxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora