El hermano pequeño de Hyo.

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Los dos chicos se sentían extasiados por el placer, Daichi entre gemidos le pedía a Hyo más, el castaño hizo lo que se le ordenó y aumentó el ritmo de sus embestidas.

Entonces se despierta de golpe, con la respiración algo agitada y con un bulto en su entrepierna por aquel sueño que tenía. Suspiró, Daichi duerme plácidamente a su lado con la boca medio abierta, con la respiración acompasada, no se enteró del problema que tenía Hyo entre sus piernas. 

Antes de que se lograse despertar se fue hacia el baño para tranquilizarse, pero antes de que pudiera hacerlo Daichi despertó para su mala suerte y le agarró de la camiseta.

-Hyo…-lo llama rascándose un ojo con la mano libre y con un leve rubor en sus mejillas- No me dejes solo…- por su parte de solo verlo así, tuvo ganas de hacer lo mismo que el sueño y se puso totalmente rojo.

-Solo voy al baño, no te voy a dejar solo nunca- le suelta de la camiseta, Y Hyo corre hacia el baño, pero la mano de Daichi lo vuelve a retener.

-¿Qué es ese bulto?-pregunta inocentemente fijándose en eso.

-N-n-nada, Daichi vuélvete a dormir- maldecía la suerte que tenía ese día y solo comenzaba.

-No tengo sueño, quiero saber lo que es ese bulto-le pide y se abraza a su espalda.

-No es nada, déjame ir al baño ya-se llevó una mano a la frente desesperándose por la situación.

-¡Llévame contigo!-Hyo se dio la vuelta y cogió a Daichi entre sus brazos.- ¿Me llevarás contigo?

-¡No te pienso llevar conmigo al baño!-lo dejó con cuidado sobre la cama y sin que a Daichi le diera tiempo a reaccionar corrió hacia el baño, por suerte en su propia habitación tenía un baño, aunque no fuera demasiado grande como él quisiera tenerlo.

Suspiró al entrar y cerrar con pestillo, por fin podría tranquilizarse y no llegar a hacer algo que hiera al pequeño Daichi.

Después de varios minutos Hyo salió, el menor estaba en su cama tapado hasta la cabeza.

-Tengo hambre, vamos a desayunar y has tardado mucho en salir del baño-protestó Daichi y se levanta de la cama para ponerse al lado de su amigo e ir juntos a la cocina.

-Lo siento, lo siento-rió levemente- Hoy viene mi hermano, y tengo que recogerlo a las doce ¿te importaría venir conmigo o tus padres no te dejarán?

-Seguramente que sí, espero que nos llevemos los dos bien como yo contigo

-Claro, ¿por qué no te ibas a llevar bien con él? No pienses lo contrario- Hyo preparó el desayuno y los dos empezaron.

-¿Y tus padres cuándo vienen?- habla Daichi para romper el silencio que reinaba entre ellos dos mientras comían.

-No sé-se encoge de hombros-me dijeron que me avisarían el día antes de venir y no creo que tarden mucho.

-Ah, ya veo-se quedaron sin un tema de conversación y sin saber qué más hacer. En cuanto se acercaba la hora de recoger a su hermano, Akira Toshiki, los dos se vistieron y fueron hacia el instituto donde tendría que esperarle.

El día apuntaba que pronto se pondría a llevar, nubes negras se acercaban a la lejos, aparte de eso hacía viento y helaba hasta los huesos. Tanto Hyo y Daichi iban muertos del frío. El castaño recibió una llamada de Akira y cogió el teléfono.

-¿Si?-dijo en cuanto lo cogió.

-Lo siento, Hyo-nii pero llegaré más tarde porque hay un atasco en la carretera, lo siento por las molestias.- Lo que significa que…¡¿Se tenían que quedar ahí con el frío que hacía?! Con lo que pasó esa mañana y ahora lo de tener que esperarse allí, sinceramente no era su mejor día.

La esperanza llegó con él (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora