𝙏𝙁𝘼𝙏𝘽 | Los días normales en el instituto comenzaron a desaparecer cuando las flores se hicieron presentes en la taquilla de Kim Yein.
El club de música, una pelea con su amigo de infancia y el misterio del dueño de los regalos diarios, darían...
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No sé por qué razón Dein había decidido pintar las paredes de su habitación a las cinco de la tarde. Y tampoco sé cómo me convenció de ayudarlo. Ahora toda la casa huele a pintura, mi ropa tiene manchas grises y ni siquiera había podido terminar de comer el cereal que me había servido antes de encontrar al pelinegro bajando todos los objetos colgados en su cuarto.
Suspiro con cansancio cuando él me quita la brocha mientras alega con que no estaba pintando en la misma dirección. Me siento en su cama tratando de no manchar nada y muevo el hombro derecho que me dolía de manera horrible. Él termina las esquinas superiores de la pared y suelta un satisfecho "ya está" que tomo como mi anuncio de retirada. Ya se encargaría él de pegar los muchos pósters de sus bandas favoritas de nuevo.
Salgo y entro al baño rápidamente para lavarme las manos. Voy hasta mi habitación y miro la hora, mamá no tardaría en llegar y no sé qué reacción tenga al notar que toda la casa huele a químicos. Pero, ya se encargaría Dein de explicarle. Tomo mi celular por segunda vez en el día ---luego de estar trabajando gratis--- y respondo unos mensajes de Jongho de hace unas horas donde me preguntaba si quería jugar con él. Me disculpo por negarme tan tarde y no me responde, por lo que creo que habrá convencido a otro de los chicos para conectarse.
Luego abro el chat de Seonghwa y leo en un segundo todos sus mensajes preguntando si estaba enojado con él, seguramente por lo que sucedió ayer con Changbin. El último hace una media hora.
El único día que no reviso mi celular y pasa esto.
Obviamente le escribo que no estaba enojada, ya no. Y si lo estuviera tampoco sería capaz de ignorar sus mensajes a propósito.
La puerta de la entrada suena y al instante un sonido metálico se oye por todo el piso. Tiro el celular a las cobijas y me levanto para mirar que carajos se había caído. No demoro nada en escuchar a Dein insultándose a sí mismo y notar el bote con la pintura restante regándose en el suelo.
La estupidez es de familia.
Lo empujo mientras le susurro que busque algo con qué limpiar. Me agacho para levantar el bote y con las manos trato de recoger la pintura. Obviamente no logro mucho, y me insulto mentalmente por compartir una neurona con mi hermano.
La voz de mamá se escucha desde abajo, está preguntando si había alguien en casa. Dein le grita que en un momento bajaba, pues se estaba lavando la cara ---esto era claramente una mentira---. No sé de dónde saca una carpeta de plástico y con ella comienza a recoger lo regado. Me río lo más bajo que puedo por lo patética que es la situación, pero aun así le ayudo. Cuando limpiamos lo más que podemos le digo que baje para recibir a mamá y me hace caso.
Limpio el suelo muy rápido antes de que a Kim Sooin se le dé por subir al segundo piso, que por cierto, solo tarda unos segundos para eso. Escondo las manos detrás de la espalda y ella me mira de pies a cabeza preguntándose qué hacía en medio del pasillo. Supongo que tampoco se le hace tan extraño, pues solo me saluda con un beso en la frente y entra al baño para ponerse ropa más cómoda.
