Llega a ser frustrante, cansado, triste...que siempre pase lo mismo. Nunca tengo oportunidad, solo obtengo el prejuicio. Esto me daña constantemente por dentro (y por fuera), siento que soy una completa insuficiencia para todo el que se acerca. Me gustaría no saber en qué estoy pensando mientras escribo esto, pero lo sé, soy consciente, y me atormento a cada momento con ello.
Soy la persona a la que admirar, a la que seguir, a la que elogiar, algo ideal de lo que se puede presumir si se me tiene cerca, o ''en la palma de la mano''. Y cuando hay que hablar de sentimientos, no soy nada, soy el entretenimiento, soy con el que da miedo llegar a algo más. El que llega en un mal momento de tu vida, siempre llego en mal momento. Y como soy maduro y sensato, se creen que acepto cualquier excusa...y la verdad, aunque me duela admitirlo, esto no es así. No es que me calle o acepte cualquier cosa que se me ponga por excusa, es que no quiero destrozarte, porque sé lo que te pasa y por qué no quieres. No tienes miedo a sentirte mal por hacerme daño, tienes miedo a saber lo que te pasa a ti, y te toca aparentar ser fuerte y autoconvencerte de que estás haciendo las cosas bien. Te voy a decir, de esta manera, a ti, lo que te pasa:
Tienes tan poco amor propio, tantas ganas de desaparecer, tanto daño causado por ti y por tu mente hacia tu persona, que te da miedo que alguien te de sinceridad y calor. Por eso prefieres vivir en lo carnal y en la ilusión de las redes sociales, en un mundo artificial en el que sin darte cuenta eres tú el que se muere. Huelo tus inseguridades, tu autodesprecio, y con eso como excusa, lo has tenido todo hecho. Déjame decirte que no, que no lo estás haciendo bien, estás jugando a perder oportunidades, como la has perdido conmigo.
La parte de las excusas es la que más gracia me hace. ''No me merezco alguien tan bueno como tú'', ''te quiero pero no como tú te mereces que te quieran'', ''no eres tú, soy yo...''. Me hacen gracia porque yo no necesito ninguna explicación, porque sé que es mentira todo lo que me digas, no estás siendo honesto. A mí no tienes que reconfortarme, a mí todo esto ya me da igual, lo de corazón anoréxico no es una simple metáfora. Consuélate a ti mismo, por todos los trenes que estás dejando marchar por tu miedo a quererte, a ser querido, a querer e incluso a ser feliz. Eso sí es un problema grande que afrontar, en el que te deseo suerte. Solo te pido que no vuelvas cuando estés listo, todos tenemos cosas buenas y malas, si se puede decir que tengo algo malo dentro de la idealización que has creado sobre mí, es que nunca doy segundas oportunidades, lo siento.
Respecto a mí, no tengo nada más que dar, en mi filofobia ando perdido. Quizás ya estoy roto, no me apetece dar más, no me nace. Siempre que he dado, he recibido mentiras o verdades que duelen demasiado como para asimilarlas.
Y no, no siento pena, ni por ti, ni por mí. Solo siento decepción.
Aquí dentro todo está oscuro, no hay mucho destello, las estrellas se apagaron y la luna ya ni asoma.

YOU ARE READING
Manual de a̶u̶t̶o̶ depresión
AcakNo pretendo hacer poesía No pretendo hacer rimas No pretendo ser nada ni nadie Tan solo quiero plasmar mi historia