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— ¡ Fuego! — grita uno de los estudiantes corriendo a la sala de profesores.

Las alarmas de incendio saltó y los estudiantes salieron alarmados. Varios casilleros están en llamas. Unos cuantos profesores toman los extintores y apagan el fuego para luego llamar a los bomberos.

Katie está preocupada al igual que Simon.

La profesora dijo a quienes pertenecen los casilleros que se quemaron y que el ascelerante  fue alcohol y lo que causó el incendio una colilla de cigarro.

— Bien chicos es hora de volver al salón . — dijo Steven reuniéndolos a todos para volver.

Trenton dejó que George caminara unos pasos más adelante para inclinar su torso hacia el frente y quedar a la altura de su oído. — ¿ Dónde está mi paga?

George giró lentamente la cabeza cruzándose con una sonrisa macabra. Vamos ya era demasiada coincidencia que los casilleros que se incendiaron fueron los de los matones y que  lo que causó el incidente fuera un cigarrillo, osea demasiada.

— Está en el casillero. En el horario de almuerzo te lo doy. — respondió George algo nervioso ya que si Donaldson prendió fuego a los casilleros no quiere ver que es capaz de hacer cuando esté realmente molesto.

— Eso no es nada principito. Se hacer cosas peores y por ahora no te molestaran pues están muy ocupados en encontrar al culpable de que sus queridas revistas porno de mejor calidad y zapatillas deportivas se hayan reducido a cenizas.

Todos entraron al salón. Dentro les esperaban dos personas, una mujer y un hombre son  los que habló Steven.

La mujer, Flora ronda en los treinta años tiene la piel morena, ojos color miel, cuerpo voluptuoso y cabello castaño claro; el hombre , Andy, de igual edad, con rasgos asiáticos : piel pálida ,ojos  rasgados e iris casi negra y cabello negro, tan oscuro que da la impresión de ser teñido.

— ¿ Ya han elegido en que actividad extraescolar estarán ?

— Yo sé algo de robótica. — levantó la mano el principito. — Pero en esta escuela no hay nada de eso.

— No te preocupes. — dijo Steven con una sonrisa triunfante. — Se les dará todo lo que pidan siempre que esté a nuestro alcance.

— Y quienes financian este programa tienen mucho dinero. — Se le escapó al chino.

Flora y Steven culminaron con la mirada a Andy.

—¿¡ Me estás diciendo que somos conejillos de indias?!— gritó Trent empujando la mesa.

— No se enojen. Todos los años escogemos adolescentes que tienen problemas académicos para ayudarlos. Muchos han llegado lejos con nuestra ayuda. — explicó Flora.

— Ustedes no pueden resolver mi problema. — bufó Simon.

— Ni el mío. — Le siguió Mara — A menos que sean capaces de traer a una persona de entre los muertos y científicamente hablando es imposible y en mi opinión sería una gilipolles intentarlo.

— ¿ Alguien más ?

Katie levantó la mano tímidamente. — Yo se algo de ballet.

El resto se quedó de brazos cruzados indignados y enojados.

—¿ Alguien más? — preguntó Andy juntando sus manos. — ¿ Nadie? Bueno entonces comencemos las clases.

                       ~~~~~~~~~•
Le dieron un par de zapatillas a Katie y George estuvo hablando con Andy sobre robótica y concursos y algunas que le harían falta para empezar a proyecto.

George y Trent están en la biblioteca, otra vez. El castaño ahora se ha convertido en el transportador de los libros de George.

— Déjalo aquí. — Hizo un gesto con la barbilla.

El más alto obedeció. — ¿ Y mi paga?

El Principito dejó la mochila en la mesa y Donaldson la abrió como un niño en Navidad y comenzó a inspeccionar.

—¡No imaginé que fuera una profesional y una Canon! Tío estas son carísimas. — Siguió rebuscando en la mochila — tiene todos sus lentes  y el trípode. — Revisó la cámara a profundidad . — Tiene una tarjeta de un terabait  ( 1000 gb)

La laptop ya tiene todos los programas de edición recientes pues no hacía ni un mes que el Sr Cole la había comprado y solo la utilizó una vez.

Trenton se sentó a su lado, configuró la cámara con el formato RAW ( el más alto) con el menor ISO y le puso a  el lente de óptica fija, enfocó a George y tiró la foto. Lo cogió desprevenido cuando una leve brisa mueve su dorada cabellera, leyendo  porque las mejores fotos se toman desprevenidos opina él.

— Oye le falta la correa y el cable de datos. — dijo Trent revisando la foto.

— Seguro está en el gavetero. Mañana te lo traigo o ve a mi casa a buscarlo.— respondió el rubio.

Al castaño le agrada el enano, aunque es un nerd no es uno de esos que cae mal solo hay que darle una oportunidad al muchacho. Tal vez se hiciera su amigo, tal vez.

Hacía tiempo que nada le hacía sentir como un niño, así de feliz. Desde hacía un año quería una cámara ya que la que su padre le había regalado y enseñado a usar en su cumpleaños número doce se rompió tan solo tres años después.

— Se te da bien la fotografía. — Le sacó de sus pensamientos el de orbes verdes.

— Lo hacía cuando estaba en la básica ( secundaria) pero mi cámara se rompió y más nunca seguí.  Oye enano tengo hambre vayamos por algo.

                        •~~~~~~~~~~•

Son las seis de la tarde y el cielo comienza a  tornarse de color naranjo y azul oscuro, apenas hay nubes en el firmamento. Donaldson sale de detención , no hay nadie en la escuela, ni siquiera profesores lo único que se puede oír son el eco de sus propios pasos y su respiración. Saca la cámara con el lente Gran angular dispuesto a tomar unas cuantas fotos de del precioso cielo cuando oye música. Aguanta la respiración por unos segundos y deja de caminar para oír mejor y saber de donde viene; viene de la segunda planta. Siguió la música hasta un salón vacío de la segunda planta, la puerta está abierta por lo que husmeó. 

Usar la palabra anonadado se queda corta para como está. La gracia con la que se mueve le hacen parecer una bailarina profesional y  una chica que intenta seguir los pasos. Ambas  hermosas una cabello de fuego la otra de carbón, los ojos tallados con pedacitos de cielo y la otra de noche, una una flor delicada y divina y la otra una tormenta eléctrica dotada de hermosura y peligrosa, pero la sonrisa, sonrisa sincera que había mucho no veía y que adorna el pálido rostro de la joven no tiene precio. Este es un momento para capturar en la inmortalidad de una fotografía.

Las capturó dando una voltereta con cada músculo de su cuerpo tenso. El chico se fue tras disfrutar de exquisita escena sin decir una palabra, sin dejar rastro de presencia.

El club de los incomprendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora