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Al fin George se había podido incorporar y el rostro de Katie está casi curado.

— Bueno salvajes.— dijo Steven...Ya saben a quienes se refiere.— Haremos las cosas de una manera diferente.— caminó hacia la pizarra y escribió la palabra puntos.— Por cada cosa que hagan bien conseguirán puntos. ¿ Se preguntaran para qué sirven los puntos? Pues mientras más puntos tengan serán recomendados a la universidad que quieran ir y a quienes no puedan pagarlas según sus habilidades que desempeñen en actividades extraescolares se les dará una beca. Si desaparecen de las clases, no prestan atención, o cortan mi portafolios por la mitad pierden puntos. Tengo que estar al tanto de todas sus actividades extraescolares.

Simon levantó la mano.—¿ Qué pasa con quienes no pueden estar en ninguna actividad? Yo no tengo tiempo para eso. Debo estar pendiente de mis dos hermanos menores.

— Se medirá por su desempeño en clases.

Eso es un alivio para Katie y Simon pero un fastidio para Mara y Trent  que ,por primera vez en mucho tiempo, tendrían que someterse a la autoridad.

— Les pasaré un cuestionario.— sacó unas cuantas hojas.— Para saber sobre sus intereses tanto académicos como sociales. No tiene nada que ver con su familia, esto se trata de ustedes. Usaremos los laboratorios y salas como el resto de las clases. Recibiré un poco de ayuda Flora les impartirá artes en las que demuestren desarrollarse y Andy letras, osea historia, biología y lengua y yo Ciencias exactas lo que significa que impartiré  física, química y matemáticas. Como hemos perdido tanto tiempo su curso es diferenciado; las vacaciones les serán respetada pero no se graduaran el año entrante sino el siguiente.

—¡¿ Qué?!— golpeó la mesa Mara.

— Si tú y Trenton no me hubieran hecho las cosas difíciles no hubiera pasado esto.— respondió con total indiferencia.— El sistema comienza mañana.

Steven salió del salón dejando a todos sorprendidos.

—¿ A quién se le ocurrió ese estúpida idea?— dijo Trent sujetando su tabique con fuerza.

Katie estaba a punto de levantar la mano pero Simon la miró y negó con la cabeza lentamente. Sabe que si ella dice “yo” la puede dar por muerta.

— Oye enano.— llamó Trent a George pero él no respondió.— Principito ¿ Estás mejor?

El rubio se dio cuenta de que era con él.— ¿Eh?... sí gracias.

— Vaya. No sabía que tenías amigos Donaldson.— dijo Mara incrédula.

— No es mi amigo, solo me gusta estar con él ya que te niegas rotundamente a hacerlo tú. Sólo lee libros, no se queja ni hace preguntas y me recuerda al principito .

Katie se acercó mucho a George.—¡ Tiene razón!

Y no es para menos su apodo su estatura como la de un niño de 11 años promedio, la cabellera rubia que se puede comparar con rayos de sol, lacio con las puntas ondeadas, sus ojos verdes esmeralda , tez blanca y complexión delgada ; solo falta que dijera “dibujame una oveja”.

— Además, le conviene ser mi “amigo”.— aclaró Donaldson haciendo comillas con sus dedos.— Dejando eso aparte, espero que no hayas robado ese auto Weinman.

Mara arqueó una de sus cejas.— Muy gracioso Donaldson .Mi madre me lo compró.

— Suerte la tuya.— bufó George.— Mis padres ni siquiera me dejan tener una bicicleta. “ Eso causa muchos accidentes ”— imitó voz de mujer haciendo muecas.

Simon no pudo evitar reír.— Mara se parece a Raven.

—¿ Eh?— le fulminó con la mirada la muchacha.

— Ves— estiró sus manos hacia el frente señalándole.— Es fúnebre, es la Reina del mal, siempre se enoja y no duda en  dar palizas. Es Raven de Teen Titans.

— Simon puede ser el Joker.— dijo Katie tímidamente.— A veces se ríe como un loco  y actúa de formas muy extrañas.

Simon comenzó a rascarse la nuca con nerviosismo. Esas acciones solo son productos de  una cosa : el efecto de las drogas.

— Katie debería ser Pulgarcita.— opinó el principito.

— ¿ Por qué yo Pulgarcita?

— Pues eres frágil e inocente.— explicó George.

—¡ No lo soy!— argulló la pelinegra.

— Sí lo eres.— dijo Simon sacudiendo el cabello de la muchacha con una gran sonrisa.

La conversación fue interrumpida por el chirrido de una puerta abriéndose.

—¿ Mara, Mara Weinman?— preguntó un muchacho que era obvio que no la conocía pues buscaba a esa persona con la mirada.

— Soy yo.— se levantó Mara.

El muchacho entró lleno de pavor y le entregó una tarjeta que la pelirroja que, ni siquiera se molestó en mirar si no que la tiró a la basura.

Katie vencida por la curiosidad lo recogió e inspeccionó. Se trata de una tarjeta azul pastel con letras en dorado.

— Es una invitación.— dijo en voz alta para que el resto supiera de que se trata.—¡ A una fiesta de Peter Rayner!¡ Dice que puede llevar a quien quiera!

— ¿¡Una invitación a una fiesta de Rayner!?— dijo exaltado el rubio más bajo.

Y la exaltación no es exagerada. Conseguir una invitación a esas fiestas es muy difícil y Mara acababa de tirar una a la basura.

—¿ No irás?— preguntó Katie haciendo que todas las miradas se posaran en la de orbes azules.

—¿ Para qué? No soporto a nadie de los que va a ir y no quiero tener que  ser hipócrita. No va conmigo soy de decir las cosas a la cara.

— Ya lo sabemos.— dijeron todos al unísono.

— Podemos ir contigo.— dijo George.— Somos lo más parecido a amigos que tienes.

— No creo que sea la mejor opción.— Miró al castaño.

— No  me mires así. Cuando quiero me comporto.

— Entonces está decidido. Iremos juntos.

Sigue siendo una mala idea.— pensó Weinman.

.......

— Estoy en casa.—Gritó Mara  desde la entrada a pesar de que no hay nadie en casa  o eso pensaba.

Su madre está sentada en el sofá con una bolsa a su lado.

— Mara siéntate aquí.— dió palmadas en el lugar vacío a su lado. Su hija de mala gana obedeció.— Siento mucho haberte golpeado. Ten— le alcanzó la bolsa.— Cuando eras pequeña te gustaba hacernos presentaciones.

Mara sacó el contenido, es una caja de zapatos, la abrió son zapatillas de ballet.

— Pruebatelas. — dijo su madre emocionada .

Mara se las puso e intentó ponerse de puntillas pero cayó. Lo intentó otra vez y lo logró hizo algunos movimientos que recordaba .

No ha perdido esa gracia que tenía de niña. Lo que bien se aprende no se olvida.

Por unos segundos esa sonrisa que la caracterizaba volvió a su rostro, solo por unos segundos.

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Necesito vuestra ayuda no sé que apodo ponerle a Trent espero vuestras ideas en los comentarios y si les ha gustado voten no muerdo... A menos que quieran

😂 Es broma.

Gracias por leer

El club de los incomprendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora