Logan:
La noche de la fiesta
Estoy con una chica rubia, es linda pero no tengo ganas de tirármela. Me alejo de ella cuando me canse. Busco con la mirada a mi peque y la veo hablando con Henry y se la ve realmente feliz, sonrió por ella. El miedo de que el le rompa el corazón persiste.
Escucho un grito que proviene del jardín de la casa. Salgo de la casa y veo a Gia en la pileta me rio mientras me acerco. Por alguna razón siento la necesidad de protegerla. Aunque me demostró una vez que se puede cuidar sola.
- Gia - la llamo cuando estoy en el borde de la pileta.
- ¿Ahora no me llamas bonita? - dice y por como habla me doy cuenta que esta borracha.
- Te vas a refriar - ella se mete mas al medio - Gia estas borracha y te vas a refrías salí de la pileta.
- Me estoy divirtiendo - por el agua su vestido se sube y algunos chicos alrededor de ella bajan sus vistas.
- Gia - digo molesto.
- Si queres que salga sácame - la prefiero cuando esta en sus cinco sentidos.
- No me voy a mojar - ella se encoje de hombros y se hunde.
- Como quieras - dice apareciendo mas cerca de mi.
- No tenés cinco años -
- Tengo frio - dice y noto como tiembla.
- Entonces salí - mi paciencia esta acabando.
- Pero hace mas frio afuera, hay viento - me paso mis manos por la cara en frustración.
- Acércate - ella dudosa se acerca y la agarro por la axila tirando de ella hacia arriba, sacándola de la pileta. Me saco mi chaqueta y se la pongo por encima de los hombros - te llevo a tu casa - digo mientras ella se pone bien mi campera.
Entro a la casa, con mi mano posada en su cintura, no quiero que se valla por ahí y tener que buscarla. Vine con mi moto y tengo miedo de que haga algo mientras conduzco. Busco a Erick para pedirle su auto. Lo encuentro jugando verdad o reto.
- Erick - digo y da vuelta la cabeza - ¿me prestas tu auto?
- Sabes que podes usar las habitaciones - dice.
- No es eso, voy a llevar a Gia - digo y le se encoje de hombros.
- Es lo mismo - me da las llaves - con protección.
- No es lo mismo - digo molesto - aparte esta borracha.
El dice algo mas que no escucho, yo ya me aleje con Gia. La subo al auto y le pongo el cinturón. Llego a mi casa volteo a verla y esta dormida. Me le quedo unos segundos viéndola, lo tranquila que puede estar, lo delicada que se ve. Como una muñeca de porcelana que con el mínimo golpe se rompe, pero ella no es así despierta.
- ¿Por que siento que tengo que protegerte? - digo para mi mismo.
Rodeo el auto para abrir la puerta. Intento despertarla pero fallo, le saco el cinturón y la cargo en mis brazos. Entro con cuidado a mi casa, mis papás no les gusta que traiga chicas. Nunca traje pero debes en cuando me lo recuerdan.
Entro a mi dormitorio, la dejo con delicadeza en la cama. Voy a mi armario y agarro una remera, me acerco de nuevo a ella y la cambio. Uno ese vestido se ve incomodo y dos esta mojado y no quiero que se refrié. Me pongo un pantalón cómodo y me acuesto a su lado.
Me despierto y Gia sigue durmiendo con su cabeza apoyada en mi pecho desnudo. Acaricio suave sus mejillas. Ella no es como esperaba, pensé que era la típica chica superficial que solo se preocupa por que ponerse y como se ve. Cada día me sorprende con algo de su personalidad.
-¿Bonita que me estas haciendo? - susurro y deposito un beso en su frente.
Me levanto de la cama, perdido, no entiendo que es lo que me hace querer y sentir la necesidad de protegerla. Me revuelvo el pelo y bajo a la cocina. Le preparo el desayuno y busco unas pastillas para el dolor de cabeza, no se cuanto abra tomado ayer pero se notaba borracha. Subo otra vez a mi dormitorio, me encuentro con ella levantada de la cama.
Me cuestiona si se algo de lo que paso ayer, le cuento lo que pregunta, nada mas. Prefiero no decirle las cosas de la pileta tal vez la hace sentir incomoda y no quiero. Estoy yendo al cuarto de lavado para buscar su vestido. Lo saco y veo que se achico maldigo. Subo las escaleras, pensando como decirle que arruine su vestido.
- Bonita... - no termino cuando mi mirada se conecta con la de mi mamá, se que opina de llevar a chicas, por mas que nunca lo hice, siempre me lo recuerdan.
- ¿Por que no me dijiste que trajiste a tu amiga? - la ultima palabra la pronuncia mas y entiendo su punto, la única chica que piso la casa por parte mía fue Hanna.
- Maya no se preocupe yo ya me voy, su hijo solo me trajo porque no estaba en mis cinco sentidos - le agradezco con la mirada, yo no le iba a explicar que la traje porque estaba borracha porque tal vez se avergonzaba.
Después que mi mamá se va le doy el vestido, no se enoja lo cual me alivia. Le doy un short para que no llegue a su casa solo en remera. Me ofrezco a llevarla, no voy a dejar que se valla sola con esa ropa por la calle. Se despide de mi y cuando me aseguro que entro a su casa arranco. Llego a mi casa y veo a mis dos papás en la cocina.
- Hijo - dice mi papá en tono autoritario - hablamos de no traer chicas a casa y hoy tu mamá vio a una.
- No es un ligue - digo mientras me siento en la banqueta.
- ¿Te gusta? - lo miro serio.
- No solo es una amiga - ni siquiera se que es, yo diría una conocida.
- Hijo nunca trajiste a nadie a la casa mas que Henry, Erick y Hanna - dice mi papá, mi mamá solo nos observa.
- Suficiente con Cris no te voy a escuchar a vos - digo y hago el intento de levantarme pero su voz me hace sentarme.
- ¿Qué te dijo Cri? - pregunta curioso.
- Que no cometa tus errores - a mi mamá se le escapa una risa y los dos volteamos a ella.
- ¿De que te reis? - le pregunta mi papá.
- ¿De que errores hablas? - me pregunta.
- De no aceptar un sentimiento - digo.
- Yo nunca hice eso - dice mi papá.
- Joshua dice otra cosa - el es el mejor amigo de mi papá.
- Bueno, pero yo no siento nada por Gia, no me interesa en lo mas mínimo, es solo una amiga - digo levantándome para ir a mi dormitorio.
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Prohibido enamorarse ✅
Teen FictionGia una chica simpática, tierna, sin filtro e inocente Logan un mujeriego, misterioso, capitán del equipo de fútbol Cruzan sus primeras palabras por una apuesta ¿Que harías si te enteras que solo sos una apuesta? ¿Que pasa si te olvidas de que había...