Morbo -Yaguchi Kyosuke/Yacchan-

Capítulo 13: Felicidades, ya no eres virgen

Narra Atsushi:

Resoplo, cambiando el móvil de mano. Rin no está siendo de mucha ayuda y se me acaba el tiempo, Yaguchi va a venir en cualquier momento.

—Las flores eran buena idea—insiste ella

—Demasiado cursi, el mocoso se reiría de mí si pongo flores en la cama—

—¿Las velas no son una cursilada? Claro que sí, lo son y las has puesto—

—Eso es distinto, habrá una iluminación bonita cuando apague la luz—replico

Rin se ríe, tan fuerte que incluso tengo que apartar el móvil porque podría dejarme sordo. Que molesta es cuando quiere.

—¿Qué te hace tanta gracia?—protesto

—¡Muchas cosas! Por ejemplo, que estés tan nervioso por acostarte con ese chico, pero lo que más me entretiene es verte enamorado de nuevo—

—No estoy enamorado—

—Sí, sí—se burla—No puedes mentirnos, ni a Itome, ni a mí—

—Como sea, voy a colgar—

—¡Diviértete!—se despide

Dejo el móvil sobre el escritorio y empiezo a encender las velas que he puesto por la habitación. Es molesto estar así de nervioso, ni que fuese virgen ,pero bueno, he estado esperando este día por mucho tiempo y quiero que todo vaya bien. Voy a hacerlo con Yaguchi por primera vez, él se siente preparado y dijo que hoy sería el día, pero, obviamente, puede echarse atrás y lo entendería. Si, al final, no quiere hacerlo no pasará nada.

—Ya estoy aquí, idiota—dice Yaguchi, entrando

—Hola para ti también, mocoso—respondo

Cierra la puerta y observa la mesilla, llena de cosas.

—¿Qué es todo eso?—pregunta

—Lo normal—me encojo de hombros—Lubricante, condones, aceite corporal y toallitas. Oh, y velas, me gusta el ambiente que dan—

—Está bien—mira hacia abajo—Entonces... ¿vamos a hacerlo?—

—Si estás seguro, sí—

—Lo estoy—responde

Me agacho un poco para besarlo, rodeando sus hombros con mis brazos. Huele a jabón y todavía tiene el pelo algo húmedo, acaba de salir de la ducha al parecer. Yaguchi tira de mi camiseta y acaricia mi cintura por debajo de la ropa. Vaya que es impaciente el enano.

—Quítate la ropa—murmura contra mis labios

—Quítamela—respondo, volviendo a besarlo

Siento sus pequeñas manos en mi cadera, bajando hasta llegar al cinturón y desabrochándolo. Se pelea con el botón de los vaqueros durante unos minutos, hasta que lo vence y me baja los pantalones, levanto un pie y luego el otro, sacándomelos del todo. Yaguchi tira de mi camiseta hacia arriba, pero no llega para quitármela.

—Aw, que tierno y pequeñito eres—me burlo

—¡Cállate, tonto!—murmura enfurruñado—Agáchate—

Hago lo que me pide, reprimiendo una carcajada ante su indignación. Cuando termina me estiro y sonrío.

—Es mi turno—

Lo agarro por la cinturilla de los pantalones, guiándolo hasta la cama, donde me siento y empiezo a desnudarlo. Beso su estómago, justo por encima del ombligo y bajo sus pantalones. Vuelve a traer unos calzoncillos de pingüinos.