Capítulo 2: Hormonas de adolescente

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Narra Kamitani:

Me quito la camiseta, totalmente sudada, y la tiro al suelo. Estoy algo cansado, el entrenamiento de hoy ha sido intenso, pero se acercan los partidos entre academias y sé que va a haber observadores deseosos de encontrar nuevos talentos para los equipos nacionales. Mi objetivo en la vida es llegar a ser un jugador de baloncesto profesional, así que me interesa bastante lucirme, sé que tengo el talento necesario, solo necesito una oportunidad.

Me deshago también de los pantalones y boxer y me pongo unas chanclas para poder entrar a la ducha. Ya no queda agua caliente, pero no me importa, con el calor que hace se agradece el agua fría.

—¡Ah! Está fría—oigo un pequeño grito

Al girarme me encuentro con el pequeño cuerpo desnudo de Yaguchi, está a unas duchas de distancia. Aprovecho que me está dando la espalda para observar su trasero, no está nada mal, no es muy grande pero la forma es redondeada. Por delante es de tamaño estándar, nada mal tampoco.

—¿Necesitas ayuda para enjabonar tu pelo, de nuevo?—pregunto en voz alta

Veo como los músculos de su espalda se tensan y se gira para mirarme con el ceño fruncido. Es muy divertido, prefiero su personalidad real mil veces sobre la otra, pero es un idiota y no se da cuenta de que vivir siendo quien no eres es una mierda. Está condenado a que la gente no lo aprecie realmente por quién es, sino por lo que aparenta ser y eso es jodido. Debe de estar bastante solo, o al menos sentirse así.

—No me molestes, Kamitani-senpai—

—El otro día no parecías molesto del todo—respondo, enjabonando mi cuerpo

No me responde, pero sé que interiormente quiere arrancarme la cabeza y eso me excita bastante. Cuando ya estoy limpio me acerco a él y lo agarro por el brazo, al instante trata de soltarse y me gruñe, pero soy mucho más fuerte que él.

—Cuanto más tratas de evadirme y defenderte, más ganas tengo de follarte—susurro en su oído, empujándolo contra los azulejos de la pared

Su cuerpo es pequeño y sensible, lo cual es malo para él, divertido para mí. Beso su cuello y subo por la barbilla hasta la comisura de los labios, está muy sonrojado y sus ojos húmedos. Lo suelto y esquivo el golpe que trata de darme, soy un depredador pero no quiero asustar al pequeñín, al menos de momento.

—Eres asqueroso, bastardo de mierda—me insulta

Sonrío y dirijo mis ojos a su entrepierna, que parece estar medio erecta. Este niño es demasiado fácil.

—No creo que tu pequeño miembro piense lo mismo, él parece bastante deseoso de mí—

—¡Cállate!—grita, sonrojado y cubriéndose—Esto es porque soy adolescente, nada más, no es por ti. Son las hormonas, podría pasarme con cualquiera—

—Entiendo—vuelvo a acercarme a su cuello—Pues cuando necesites desfogar todas esas hormonas, puedes llamarme. Te mandaré un mensaje más tarde—

—¿Qué? ¿Tienes mi número?—

—Itome es un gran amigo y tu primo Kashima es muy cooperativo—respondo, alejándome—Nos vemos, Yaguchi—

Salgo de las duchas para ir al vestuario, donde me ato el pelo en una coleta y me seco el cuerpo para poder vestirme. Una vez listo recojo mis cosas y me pongo en camino hacia mi habitación. Tengo deberes que hacer.

— — —

Narra Yacchan:

Paso la página de la revista con mi mano izquierda, la derecha está agarrando mi miembro erecto. Me gustan las mujeres de esta revista especialmente, tienen los pechos grandes y salen totalmente desnudas. Me gusta masturbarme con pornografía.

Empiezo a mover la mano por la base, acariciando mis testículos, para luego subir hasta el glande y acariciarlo con el pulgar. Trato de imaginar que alguna de esas chicas es quien me está tocando y gimo en voz baja, excitado. Ojalá hubiera mujeres en esta estúpida academia, así podría tener sexo.

⏤M-más rápido⏤murmuro, incrementando la velocidad de los movimientos

De pronto la imagen de la mujer desaparece, dando paso a Kamitani-senpai, que me mira con una sonrisa burlona, como siempre. Pienso en su espalda ancha y en lo grande que es en todos los aspectos y la calor que siento se vuelve insoportable, gimo más fuerte y arqueo la espalda. Sus manos son un poco rasposas por el deporte y me tocarían sin mucha delicadeza, oh, seguro que se sentiría muy bien. El placer aumenta considerablemente cuando recuerdo su cuerpo apretándome contra la pared.

⏤Mierda⏤gimo, terminando sobre mi mano

Al salir del estado de estupor post orgásmico me siento rápidamente en la cama, dándome cuenta de lo que ha pasado. ¿Me he masturbado pensando en un hombre? No puede ser, ¿estoy enfermo? Sí, eso debe ser, seguro que voy a pillar un resfriado o algo así y por eso mi mente se ha ido tanto. Yo no soy gay, no me gustan los hombres, me gustan las mujeres de pechos grandes como las de la revista. Sí, está claro, soy hetero.

Mi móvil vibra en la mesilla y lo agarro para ver de qué se trata. Tengo un mensaje de un número desconocido, que al parecer me ha mandado, además, un vídeo.

Número desconocido: Esto hago cada vez que recuerdo lo caliente que se siente tu cuerpo apretado contra el mío, Yaguchi.


El móvil se me cae de la impresión al ver el pene de Kamitani y siento la cara caliente. Aprieto los dientes con molestia al notar que se me ha formado otra erección, y todo por ver a un hombre masturbándose, pero no cualquier hombre, sino Kamitani-senai. Definitivamente tengo que cuidar mi salud, tengo que estar enfermándome porque soy hetero y los hombres no me atraen. Sí, claro, eso eso. Yo no soy como Toono o mi primo Yu, soy hetero. Muy hetero, definitivamente súper hetero.

Murmuro eso una y otra vez, pero termino masturbándome de nuevo viendo el vídeo que Kamitani-senpai me ha mandado.

Santa mierda.

Morbo -Yaguchi Kyosuke/Yacchan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora